Buscando América es el primer álbum de Seis del Solar, candidato al Grammy por Mejor Ejecución Tropical (1985: lo ganó Palmieri, con Palo pa rumba). Rubén Blades lo ha recibido en cuatro ocasiones (lo mismo que Cachao), candidato en siete. Salido de Fania, el elepé significa asimismo su alejamiento de lo comercial (mainstream), si bien la canción con que principia, Decisiones, es parte del repertorio de la mejor salsa. Hay de todo, hasta una especie de rumba a capela, GDBD = Gente despertando bajo dictaduras, Desapariciones, Todos vuelven, vals de César Miró, Caminos verdes, El padre Antonio y su monaguillo Andrés y Buscando América.
En El padre Antonio, Blades recrea la figura de Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado en la guerra civil de su país (24-3-1980). Su causa de canonización principió en 1990. Luego pasó a la Congregación para la doctrina de la fe, en cabeza del entonces cardenal Ratzinger (2000) para que examinara la ortodoxia de sus escritos. Aprobadas las etapas del proceso, parecía haber cierto bloqueo a la canonización, al menos hasta el actual pontificado, cuya aprobación fue manifiesta. En 2015, al fin, Romero fue recibido entre los mártires de la Iglesia.
Radio Uruguay le dedicó un programa al arzobispo y a su canción, el 30 de marzo de 2015. En la segunda parte, interviene José Arteaga, hablando sobre la obra de Blades.
Ñapa: una versión anterior, 1982, de Todos vuelven.
lunes, 18 de septiembre de 2017
miércoles, 13 de septiembre de 2017
El ritmo latino de Cal Tjader
Ya en las notas de Mambo With Tjader (1954) se le reconocía al joven percusionista la habilidad para combinar el jazz con elementos cubanos. Tjader ingresó como percusionista (vibráfono y timbales) al quinteto de George Shearing, agrupación donde tuvo contacto con los ritmos latinos, de la mano de McKibbon, Peraza, Santamaría y Bobo. De la época con Shearing (53-4) queda su intervención en los bongoes en Wrap Your Troubles in Drums (Shearing). Antes de eso, con su propio trío, se deja oír de bongosero en Mambo Chopsticks (suyo, 51).
Tjader forma, a continuación, su Modern Mambo Quintet, que decide liquidar con apenas dos años de carrera, en 1956. Agrupación interesante por dos respectos: el líder experimenta con toda la percusión latina, ejecutándola, y se rodea de percusionistas latinos. Sus nombres quedaron en la historia del jazz latino: los hermanos Durán y Luis Miranda, los más destacados. Esa sección de ritmo grabó los elepés que van de Mambo con Tjader (sep. 54) hasta Latin Kick (56).
En la carátula de dicho álbum, precisamente, sale Tjader detrás de unas congas, que ejecutó en el número Mamblues (suyo). Interpretó timbales en Fascinating Rhythm (G-I Gershwin), Mambo Macumba (suyo), Cherry (Redman-Gilbert), Lover Come Back To Me (Romberg-Hammerstein), Will You Still Be Mine
(Dennis-Adair), I Love Paris (Porter), Bye Bye Blues (Bennet et al), Blues from Havana (suyo), Philadelphia Mambo (Puente). Invitation (Kaper-Webster) llama la atención por el complejo arreglo de tiempos, así como por la intervención de Velarde en los bongoes y de Miranda en las tumbadoras.
Los percusionistas de Tjader eran latinos: los hermanos Carlos, Manuel y Eddie Durán en bajo, piano y guitarra, respectivamente (de origen mejicano); Bayardo Velarde había llegado de Panamá en 1947, como bongosero y timbalero; Edgardo Rosales, nicaragüense, era cantante y conguero. Aprendieron, pues, uno de otro los trucos del jazz y de la percusión latina. En la primavera de 1955, Rosales dejó su silla a Luis Miranda, un niuyorican de ancestro cubano-puertorriqueño a quien Tjader quería reclutar desde que andaba con Machito.
Finalizando el año, se sienta con ellos el gran Armando Peraza (11-11) para registrar bongoes en Cubano Chant 1-2 (Bryant) y Lamento de Hodi (Richardson); congas, en Buhuto (Ñáñigo 6/8), cuya autoría reclamaba Miranda para los dos congueros.
Tjader vio cumplido el ciclo del quinteto y dejó en libertad a sus hombres. Para la nueva formación del quinteto, que debutó en junio del 56, llamó al conguero panameño Luis Kant para los números cubanos. Kant, que venía del quinteto de Joe Loco, llegó por recomendación de Luis Miranda.
Ñapa: Autumn Leaves (Kosma-Mercer-Prévert).
Antes de las reseñadas grabaciones del Modern Mambo Quintet, Peraza grabó dos sesiones enteras con Tjader, en marzo del 54. Los diez números formaron el elepé Cal Tjader Plays Afro-Cuban que, según el cubano, en principio era un proyecto suyo. La causa, que no pudo confirmar Duncan, habría sido que "during that era in America, the record companies could make more money and have and easier time marketing an album if a white guy fronted the record or band". Oigamos a Peraza, en Ritmo caliente (Cano).
*Las fotografías e información biográfica de Tjader se tomaron de Cal Tjader: The Life and Recordings of the Man Who Revolutionized Latin Jazz, por S. Duncan Reid. Puede leerse en la red.
Tjader forma, a continuación, su Modern Mambo Quintet, que decide liquidar con apenas dos años de carrera, en 1956. Agrupación interesante por dos respectos: el líder experimenta con toda la percusión latina, ejecutándola, y se rodea de percusionistas latinos. Sus nombres quedaron en la historia del jazz latino: los hermanos Durán y Luis Miranda, los más destacados. Esa sección de ritmo grabó los elepés que van de Mambo con Tjader (sep. 54) hasta Latin Kick (56).
En la carátula de dicho álbum, precisamente, sale Tjader detrás de unas congas, que ejecutó en el número Mamblues (suyo). Interpretó timbales en Fascinating Rhythm (G-I Gershwin), Mambo Macumba (suyo), Cherry (Redman-Gilbert), Lover Come Back To Me (Romberg-Hammerstein), Will You Still Be Mine
(Dennis-Adair), I Love Paris (Porter), Bye Bye Blues (Bennet et al), Blues from Havana (suyo), Philadelphia Mambo (Puente). Invitation (Kaper-Webster) llama la atención por el complejo arreglo de tiempos, así como por la intervención de Velarde en los bongoes y de Miranda en las tumbadoras.
Los percusionistas de Tjader eran latinos: los hermanos Carlos, Manuel y Eddie Durán en bajo, piano y guitarra, respectivamente (de origen mejicano); Bayardo Velarde había llegado de Panamá en 1947, como bongosero y timbalero; Edgardo Rosales, nicaragüense, era cantante y conguero. Aprendieron, pues, uno de otro los trucos del jazz y de la percusión latina. En la primavera de 1955, Rosales dejó su silla a Luis Miranda, un niuyorican de ancestro cubano-puertorriqueño a quien Tjader quería reclutar desde que andaba con Machito.
Finalizando el año, se sienta con ellos el gran Armando Peraza (11-11) para registrar bongoes en Cubano Chant 1-2 (Bryant) y Lamento de Hodi (Richardson); congas, en Buhuto (Ñáñigo 6/8), cuya autoría reclamaba Miranda para los dos congueros.
Tjader vio cumplido el ciclo del quinteto y dejó en libertad a sus hombres. Para la nueva formación del quinteto, que debutó en junio del 56, llamó al conguero panameño Luis Kant para los números cubanos. Kant, que venía del quinteto de Joe Loco, llegó por recomendación de Luis Miranda.
![]() |
Velarde y Miranda en la recepción de un premio, 1955. Foto: colección de Robert C. Tjader. |
Ñapa: Autumn Leaves (Kosma-Mercer-Prévert).
Antes de las reseñadas grabaciones del Modern Mambo Quintet, Peraza grabó dos sesiones enteras con Tjader, en marzo del 54. Los diez números formaron el elepé Cal Tjader Plays Afro-Cuban que, según el cubano, en principio era un proyecto suyo. La causa, que no pudo confirmar Duncan, habría sido que "during that era in America, the record companies could make more money and have and easier time marketing an album if a white guy fronted the record or band". Oigamos a Peraza, en Ritmo caliente (Cano).
*Las fotografías e información biográfica de Tjader se tomaron de Cal Tjader: The Life and Recordings of the Man Who Revolutionized Latin Jazz, por S. Duncan Reid. Puede leerse en la red.
jueves, 7 de septiembre de 2017
María Cervantes: clásicos del piano latino
En 1960, Noro Morales presenta María Cervantes (tema con variaciones). Número de origen oscuro, pues no se sabe si Noro, de gira por Cuba en la década de 1940, se inspiró en la pianista que conoció allí o si son variaciones sobre un tema de la propia Cervantes. Hipótesis esta que parece respaldar la manera en que quedó registrada en el disco.
María Cervantes (1885-1981) era hija de Ignacio Cervantes, para muchos el músico más importante de la Isla, en el siglo XIX. Uno de sus números más recordados es la guaracha de Ramito Los frijoles. Cristóbal Díaz Ayala le atribuye la innovación de poner el piano en diálogo con el cantante, en vez de usarlo como mero acompañante.
En todo caso, Noro la volvió obligada para los pianistas latinos. Vamos en el orden de nuestra preferencia:
Noro
Ricardo Ray es confeso alumno de Morales, a quien le rinde un impagable homenaje en la Suite Noro Morales.
Charlie Palmieri lo titula Tema de María Cervantes y le da la autoría a ella.
Damirón
Luisito Benjamín
Jorge Dalto
Los Exagerados
Joshua Edelman
Al Delory
Parece ser Tito Puente quien lo popularizó para el vibráfono, por lo cual lo traemos duplicado: una, muy joven, y otra con Michel Camilo.
New Swing Sextet
Seis del Solar
Latin Vibe
Unas rarezas: la flauta de Johnny Pacheco, la Orquesta Flamboyán; Cachao; en cuerdas, por el bajista ponceño Eliseo.
María Cervantes (1885-1981) era hija de Ignacio Cervantes, para muchos el músico más importante de la Isla, en el siglo XIX. Uno de sus números más recordados es la guaracha de Ramito Los frijoles. Cristóbal Díaz Ayala le atribuye la innovación de poner el piano en diálogo con el cantante, en vez de usarlo como mero acompañante.
En todo caso, Noro la volvió obligada para los pianistas latinos. Vamos en el orden de nuestra preferencia:
Noro
Ricardo Ray es confeso alumno de Morales, a quien le rinde un impagable homenaje en la Suite Noro Morales.
Charlie Palmieri lo titula Tema de María Cervantes y le da la autoría a ella.
Damirón
Luisito Benjamín
Jorge Dalto
Los Exagerados
Joshua Edelman
Al Delory
Parece ser Tito Puente quien lo popularizó para el vibráfono, por lo cual lo traemos duplicado: una, muy joven, y otra con Michel Camilo.
New Swing Sextet
Seis del Solar
Latin Vibe
Unas rarezas: la flauta de Johnny Pacheco, la Orquesta Flamboyán; Cachao; en cuerdas, por el bajista ponceño Eliseo.
jueves, 31 de agosto de 2017
Qué cara más bonita: canciones españolas de Álex Bueno
Álex Bueno es un dominicano (San José de las Matas, 1963) que se encontró con su destino ganándose un concurso de cantantes (1978) que organizó Wilfrido Vargas.
Principió su carrera en la década de 1980, tiempo que vio una notable influencia de artistas peninsulares. Lo mismo que en la salsa, abundan las versiones de temas estrenados como baladas. En el caso de Álex Bueno, además, llama la atención que tenemos canciones de grupos de flamenco pop. En el listado que sigue, apenas de las primeras grabaciones, destacan Bordón 4, Peret y Los Calis. Hay, también, unos cuantos buenos boleros.
Con la orquesta de Fernando Villalona registró su primer éxito (1982), Piel canela, de B. Capó. Con la formación de Andrés de Jesús vocalizó Cómo quisiera; tal vez su primera balada, ¿Y cómo es él?, de J. L. Perales; Las locas; Sigue tu vida.
Principia su orquesta y menudean las baladas: Querida, de Juan Gabriel; Me va, me va, de R. Ceratto; el recordado Qué cara más bonita, de Carrasco-Cepero (éxito peninsular de Bordón 4); del mismo grupo, Quiero conocerte (éxitos en 82-3); Amor divino (Cómo te extraño, mi amor, de Leo Dan); del mismo, una bonita versión abolerada de Esa pared; y La radio (El radio está tocando tu canción); en contraste, Hijo de Yemayá; Colegiala, de Walter León.
Del segundo elepé: Una paloma blanca, de J. Hernández; Me muero por ella, de Platero-Sánchez-Porras-Rodríguez (Bordón 4); Corazón de madera, de Fernando Arbex (Peret); Quién te riza el pelo, de J. Hernández; Ojitos negros, de Calva-Arcusa, en bolero (El Gran Combo, primera versión); Quiero abrazarte tanto, de Víctor Manuel; Has tenido mil amores, de J. González; Un mechón de tus cabellos, de Adamo; Soy un hombre callejero, de Loig-Loma-Salazar-Salazar. Quiero que elijas el lugar, balada de A. Bourbón que grabó Basilio (en salsa, por Keko Hernández); El niño y el canario, de E. Fratantoni; A dónde va nuestro amor, de Magallanes-Molina; Amarrao con fe, de Ñico Saquito (Amarrao, compé = compay).
Principió su carrera en la década de 1980, tiempo que vio una notable influencia de artistas peninsulares. Lo mismo que en la salsa, abundan las versiones de temas estrenados como baladas. En el caso de Álex Bueno, además, llama la atención que tenemos canciones de grupos de flamenco pop. En el listado que sigue, apenas de las primeras grabaciones, destacan Bordón 4, Peret y Los Calis. Hay, también, unos cuantos buenos boleros.
Con la orquesta de Fernando Villalona registró su primer éxito (1982), Piel canela, de B. Capó. Con la formación de Andrés de Jesús vocalizó Cómo quisiera; tal vez su primera balada, ¿Y cómo es él?, de J. L. Perales; Las locas; Sigue tu vida.
Principia su orquesta y menudean las baladas: Querida, de Juan Gabriel; Me va, me va, de R. Ceratto; el recordado Qué cara más bonita, de Carrasco-Cepero (éxito peninsular de Bordón 4); del mismo grupo, Quiero conocerte (éxitos en 82-3); Amor divino (Cómo te extraño, mi amor, de Leo Dan); del mismo, una bonita versión abolerada de Esa pared; y La radio (El radio está tocando tu canción); en contraste, Hijo de Yemayá; Colegiala, de Walter León.
Del segundo elepé: Una paloma blanca, de J. Hernández; Me muero por ella, de Platero-Sánchez-Porras-Rodríguez (Bordón 4); Corazón de madera, de Fernando Arbex (Peret); Quién te riza el pelo, de J. Hernández; Ojitos negros, de Calva-Arcusa, en bolero (El Gran Combo, primera versión); Quiero abrazarte tanto, de Víctor Manuel; Has tenido mil amores, de J. González; Un mechón de tus cabellos, de Adamo; Soy un hombre callejero, de Loig-Loma-Salazar-Salazar. Quiero que elijas el lugar, balada de A. Bourbón que grabó Basilio (en salsa, por Keko Hernández); El niño y el canario, de E. Fratantoni; A dónde va nuestro amor, de Magallanes-Molina; Amarrao con fe, de Ñico Saquito (Amarrao, compé = compay).
miércoles, 30 de agosto de 2017
Bruca maniguá: 80 años de un clásico afrocubano
En 1937, una orquesta de blancos grabó el primer gran éxito de un compositor negro. La Orquesta Casino de la Playa, con las vocales de Miguelito Valdés, registró Bruca maniguá (Bruja del bosque), composición con que Arsenio Rodríguez lamenta la situación de su raza. Arsenio designaba estos números afrocubanos, así descritos por David García: introducción, verso, puente y montuno. Las tres primeras secciones se caracterizan por el ritmo tangocongo; la última, de son. Lingüísticamente, se sirve de la lengua bozal, es decir, la que hablaban los recién llegados de África, mezclando morfosintaxis española con léxico de origen congo o kikongo. Recuérdese que la esclavitud terminó en Cuba en 1880: 31 años antes que naciera Arsenio.
Oigamos la primera tanda de versiones: Casino; seguida muy de cerca por la versión de Xavier Cugat (9-12-37), en la voz de Alfredo Valdés. Algo distinto intenta Abelardo Barroso, con la etiqueta de afro-cha.
![]() |
Aunque la etiqueta para la música cubana era "rumba", aquí se añade "afrocubano", como le gustaba a Arsenio. |
Segunda tanda: Tito Rodríguez, con la orquesta de José Curbelo. La grabó Vicentico Valdés, pero no hay registro en la red. Del tiempo de la charanga, en la década de 1960, tenemos versiones de Charlie Palmieri y Ray Barretto (instrumental, Adalberto Santiago). Sierra Maestra; Orquesta Aragón, Orquesta Buena Vista Social Club, Malena Burke y NG la Banda, Sonando. El autor la grabó, después, en 1963.
La rareza, una dupla de mujeres, Toña la Negra canta y Rosa Carmina baila.
Sobre Bruca maniguá y otras cuestiones, esto le dijo Arsenio al periodista José Luis Logreira, corresponsal de la cadena Caracol.
De la letra, una parte está traducida por García*:
Mundele con bafioté (El blanco con su hostilidad)
siempre tan garchá (siempre está engañando)
etá po mucho que lo ndinga (diciendo cosas que no entiendo)
siempre ta matratá (siempre maltratando)
ya ne me acabá (ya me ha matado)
bafioté fuirí (con su abuso)
La rareza, una dupla de mujeres, Toña la Negra canta y Rosa Carmina baila.
![]() |
A dos años de llegado al país, Valdés ya estaba en la tapa de The Billboard (25-4-42). Se recuerda la anécdota de Arsenio que, invidente, le preguntó si era blanco o negro, por el modo de cantar. |
Sobre Bruca maniguá y otras cuestiones, esto le dijo Arsenio al periodista José Luis Logreira, corresponsal de la cadena Caracol.
De la letra, una parte está traducida por García*:
Mundele con bafioté (El blanco con su hostilidad)
siempre tan garchá (siempre está engañando)
etá po mucho que lo ndinga (diciendo cosas que no entiendo)
siempre ta matratá (siempre maltratando)
ya ne me acabá (ya me ha matado)
bafioté fuirí (con su abuso)
*Arsenio Rodríguez and the Transnational Flows of Latin Popular Music, por David Garcia. Puede leerse en la red.
miércoles, 23 de agosto de 2017
Joe Arroyo canta boleros
No debe extrañar a nadie que las dos estrellas que ha dado Colombia a la música latina sean oriundos de la misma región. Nelson Pinedo y Joe Arroyo nacieron en Barranquilla y Cartagena, asomados al mismo Caribe. Pinedo ya es poco conocido, mientras que el culto de Arroyo está en aumento, incluso entre las generaciones posteriores a su gran éxito.
![]() |
Con John Jairo Murillo (arriba) y Víctor Meléndez. |
Salsero con todas las de la ley, según lo que dejó grabado con Fruko; intérprete consumado del folclor y creador de mezclas propias, parece que nadie ha reparado en unos cuantos boleros que vocalizó. De En su salsa (1979): Buenos días, Tristeza, de Ketty Parodi. En el estreno de La Verdad, Acabando conmigo (1981, del propio Arroyo).
La voz: bolero & salsa (1992): Volvió a mentir, de Rodrigo Pérez; Volver a empezar, de Rafael Anillo. Lamentable que no haya grabado más este tipo de repertorio.
No son boleros, pero muestran la ductilidad de su voz: Quiero de nuevo empezar Tu, solo tú. Cantando mi son me muero, ¡Amada, ven!, y un largo etcétera, sin tener que pasar por los temas molidos de su repertorio.
jueves, 17 de agosto de 2017
Argentina Coral: rumbas de aquí y allí
"La rumba nace en la calle, hija de Cuba y de un gitanillo", tal es la definición que Gato Pérez da de la rumba catalana. Género este difícil de rastrear, pero que comprueba la adaptación peninsular de elementos musicales del Caribe. Esa manera catalana significa, principalmente, la acentuación del ritmo no solo sirviéndose de bongoes, sino también percutiendo la caja de la guitarra (ventilador). Mezcla afortunada, al punto de señalarse como causante de la popularización del flamenco, en la década de 1960. La popularidad viene de la mano del filme Los Tarantos (1963), cuyo personaje graba dos temas, entre ellos la conocida guaracha Ave María, Lola.
Entre las figuras de la época, nos hemos topado con Argentina Coral (León, 1934), intérprete de rumbas y fandangos, así como del repertorio latino que popularizara en la Península Antonio Machín. Pionera del género, junto con Dolores Vargas y Lola Flores, principió en 1961 y desde entonces tenemos números como Ay, Carolina o Plena española; Sucu sucu, del boliviano Tarateño Rojas, donde se oye el ritmo de clave. Maringá, de Joubert de Carvalho (1932; versión de Chavela Vargas) y Es inútil dejar de quererte (Corazón, corazón, de J. A. Jiménez) salen en un epé del 62. En 63, vocaliza su versión rumbera de La negra Tomasa, del cubano Guillermo Rodríguez Fiffe (1937); Bailando con Pepe, de Daniel Lemaitre. Vienen luego un Bossanova del adiós y La barca, de Cantoral. Asimismo, Los ejes de mi carreta, de Yupanqui. En 65 vocaliza Sabor a mí, del mejicano Álvaro Carrillo. Luego hizo La múcura, de Fuentes; Parece que va a llover, de Antonio Matas, y La enorme distancia, de José A. Jiménez, pero no tenemos audio. Hay un vals del argentino Antonio Sciammarella, Salud, dinero y amor, y el bolero de Manzanero, Adoro. Llama la atención una Cumbia morena, no menos que el bolero Mar y cielo, del puertorriqueño Julio Rodríguez Reyes.
*Sobre la rumba catalana, usamos la obra clave Achilibook. Biografía gráfica de la rumba en España, 1961-1995, de Carles Closa: Milenio, 2013.
Entre las figuras de la época, nos hemos topado con Argentina Coral (León, 1934), intérprete de rumbas y fandangos, así como del repertorio latino que popularizara en la Península Antonio Machín. Pionera del género, junto con Dolores Vargas y Lola Flores, principió en 1961 y desde entonces tenemos números como Ay, Carolina o Plena española; Sucu sucu, del boliviano Tarateño Rojas, donde se oye el ritmo de clave. Maringá, de Joubert de Carvalho (1932; versión de Chavela Vargas) y Es inútil dejar de quererte (Corazón, corazón, de J. A. Jiménez) salen en un epé del 62. En 63, vocaliza su versión rumbera de La negra Tomasa, del cubano Guillermo Rodríguez Fiffe (1937); Bailando con Pepe, de Daniel Lemaitre. Vienen luego un Bossanova del adiós y La barca, de Cantoral. Asimismo, Los ejes de mi carreta, de Yupanqui. En 65 vocaliza Sabor a mí, del mejicano Álvaro Carrillo. Luego hizo La múcura, de Fuentes; Parece que va a llover, de Antonio Matas, y La enorme distancia, de José A. Jiménez, pero no tenemos audio. Hay un vals del argentino Antonio Sciammarella, Salud, dinero y amor, y el bolero de Manzanero, Adoro. Llama la atención una Cumbia morena, no menos que el bolero Mar y cielo, del puertorriqueño Julio Rodríguez Reyes.
En 1970, no puede dejar de grabar A-chi-li-pu, éxito de su colega La Terremoto. Una canción jíbara, de Toñín Romero (1937-78), muy del gusto de los rumberos peninsulares: Pena, tristeza y dolor, acompañada de Los Amaya, que merecen capítulo aparte. Un bolero de Beny Moré, Amor fugaz. Más repertorio cubano: Toda una vida, de Osvaldo Farrés. El vagabundo, de Simón-Gil (versión de Rolando Laserie con Bebo Valdés). Angelitos negros, de Blanco-Álvarez. Dos gardenias, de Isolina Carrillo. Nuestro juramento, de Benito de Jesús. Que se mueran de envidia, de Mario de Jesús Báez. Por qué no han de saber (Amar y vivir, de Consuelo Velázquez). Camarero del amor, de José Dolores Quiñones.
*Sobre la rumba catalana, usamos la obra clave Achilibook. Biografía gráfica de la rumba en España, 1961-1995, de Carles Closa: Milenio, 2013.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)