jueves, 19 de noviembre de 2020

Música y café en Barranquilla: la Almendra Tropical

La historia del café y de la música se han unido en beneficio de la cultura nacional. En 1967, el cuadragésimo aniversario de la cafetería Almendra Tropical dejó un producto que poco tenía que ver con su objeto, el consumo del café puro. La empresa celebró un periodo igual en la historia de la música local, con el audio documental 40 años de música costeña, escrito y producido por Esther Forero*. El material sonoro es una joya por varios respectos: la locución y edición del contenido, además de constituir un balance de la música de la región en 1967, con las voces de sus protagonistas.



Esta tapa de Semana (1-1-1949) marca la colonización costeña del interior.


El programa, en medio de la apoteosis de la cumbia, nos enseña varias cosas poco conocidas, entre las cuales destacamos las siguientes:

-Las bandas papayeras se conocían también como de "chupacobres".

-Los salones burreros eran unas corralejas con bancas y tarima para los músicos, salones de baile "embanderados con gallardetes de papel".

-Ángel María Camacho y Cano fue enviado a Nueva York por Ezequiel Rosado, agente del sello Brunswick. Allí, con las regalías pudo contratar a Rafael Hernández. Volvió al país en 1930, dejando un centenar de canciones grabadas.

-La primera orquesta formal de Barranquilla fue la A#1, del maestro Pianeta Pitalúa, donde fue director Lucho Bermúdez.

-Luego nació la Orquesta Sosa, de Luis Felipe Sosa (boyacense), dirigida por Pedro Biava, donde figuraban Clímaco Sarmiento y Pacho Galán. Este último cuenta que, en un viaje a Cartagena para alternar con la orquesta de Pitalúa, en un trayecto del camino, a la altura de Los Pendales, tuvieron que bajar del bus a... abrirle paso a machete por la trocha.

-En 1943, Lucho Bermúdez formó orquesta propia y resolvió probar suerte en Bogotá. Su primer éxito fue Prende la vela

-En 1944, José María Peñaranda pega Se va el caimán.

-En 1945, Esther Forero llega a Venezuela, proveniente de Panamá, a promocionar el repertorio costeño y los versos de Jorge Artel, vestida en traje típico*. Luego, Luis Carlos Meyer hizo lo propio en Méjico, con temas como Micaela.

-En 1946**, Antonio Fuentes comenzó a producir discos "cargados de dinamita".

-Otros divulgadores de la música costeña fueron Nelson Pinedo y Carmen Pernett, quien vocalizó Sebastián, rómpete el cuero, de Daniel Lemaitre, entre otras versiones de Lucho Bermúdez, Bovea y sus Vallenatos, Los Auténticos del Son y Myrta Silva. De Pinedo, nada dicen aparte de la mención.

-El merecumbé, de Pacho Galán, nació en 1954. Nadie quería grabar Cosita linda y el propio Pacho tuvo que irse a Medellín a hacerlo.

-En medio de estas evoluciones musicales, el mundo vallenato es un enclave cultural puro, donde ya destacaban las composiciones de Rafael Escalona.

-En 1963, Wilson Choperena y Juan Madera crean la Pollera colorá. De este recorrido musical, la cumbia parece triunfar y obtener el debido reconocimiento.




*Daniella Cura ha demostrado que Esther Forero llegó a Venezuela en diciembre de 1939, con buen éxito. Cura, D. (2019). Esther Forero, la caminadora. La resistencia de una mujer en la música colombiana. Bogotá: Artimaña.

**Esa fecha no figura en la cronología de Fuentes, por lo menos como la pone Wikipedia: fundación, 1934; paso a Medellín, 1960.

Ñapa. Salón burrero evoca a El Gurrufero, salón de baile que tenía el padre de Adolfo Pacheco en San Jacinto, Bolívar; lugar mencionado en su merengue El viejo Miguel.

martes, 17 de noviembre de 2020

Cándido Camero, veterano percusionista

Cándido Camero Guerra (1921-2020) se ha ido, a poco de cumplir un siglo de vida musical. Músico natural, criado en familia de músicos, donde aprendió a tocar el bajo y el tres, para quedarse finalmente en la percusión. Nacido en el habanero barrio El Cerro (donde tienen la llave, según la canción), pasó la mayor parte de su vida en los Estados Unidos. Pertenece, pues, a la generación de congueros que aclimató el ritmo afrocubano en los conjuntos de jazz. Según cuenta, se conoció con Mongo Santamaría en un conjunto que existió, llamado El Apolo, donde Cándido era tresero y Mongo bongosero, desde entonces unidos por la amistad y la música.

Desde su primera grabación, pasó a ser simplemente 
"Candido", con el acento en la i.


A los Estados Unidos llegó un 4 de julio de 1946, con la pareja de baile de Carmen y Rolando. De su primera grabación con el pianista Billy Taylor, se recuerda Mambo Inn (Sampson-Woodlen-Bauzá). 

Su discografía es extensa, pero la primera nominación al Grammy le vino ya muy mayor: en 2004, compitió por el Mejor Álbum Latino Tropical Tradicional, con Inolvidable (ganó Cachao, con ¡Ahora sí!). En 2008, se quedó con el mayor premio del jazz estadinense, el NEA Jazz Master. Luego vino el Latin Grammy Lifetime Achievement Award. Por esta época, se le dedicó el documental Candido: Hands of Fire, estrenado en 2006.

Cándido cuenta algo sobre sus ideas musicales que puede ser la clave de su manera de tocar las congas. Afirma que iba a los conciertos de música clásica y de repente se fijó en el redoble que hacía el timpanista al final de la pieza. Pensó que esa afinación se podía trasplantar a las congas y que lo hacía desde 1952, con mucho éxito. Este cuento también podría explicar su manera de percutirlas, apenas con los dedos, como si efectivamente fueran baquetas.

El otro elemento que debe tenerse en cuenta, igual que con Patato Valdés, es el conocimiento de un instrumento melódico, en este caso el tres.

Cándido dejó el bajo por las percusiones debido a
la limitación que significaba no conocer la música teórica.


Un buen resumen de su vida está en los apartes de este documental.

Un fragmento de Cándido, con Gillespie en París, 1960.

Cándido con Lucecita Benítez.

Cándido, manos de fuego.