jueves, 7 de enero de 2016

Mambo japonés: antecedentes

Machito en Japón. Foto de Graciela Pérez, publicada en Herencia Latina.
Tratando de la música cubana en Oriente, principiamos por un capítulo reciente: el del mambo de NG la Banda.

Pues bien, retrospectivamente, el siguiente hito fue la llegada de Machito y sus Afro-Cubans a Japón, treinta años antes que NG (1962).



Apuntes históricos.

Como cuenta Murakami, su conocimiento de la música norteamericana dependió de haberse criado cerca de una base militar gringa. De hecho, otra fuente (Ewbank et al.) indica que desde 1945 hubo una emisora dedicada a complacer el gusto de las tropas allí estacionadas. Hubo asimismo contrato con disqueras norteamericanas para prensaje en la isla. Además, los músicos locales tuvieron que aprenderse el repertorio que le gustaba a la tropa, a fin de satisfacerla con música en vivo. 
Consecutivamente, vinieron los propios artistas occidentales: Xavier Cugat (marzo, 1953) y Pérez Prado (septiembre, 1956). 

Contenido de un álbum grabado en Japón en 1971 y publicado el año siguiente.

En la década del 60 se presentarán en la isla Machito y Tito Puente (1962). De ello queda una grabación: 

Machito en Japón

Claro que a raíz del éxito de Buena Vista ha habido otra oleada de cubanos a Oriente, pero eso es historia reciente y mejor conocida...

*Para confirmar la cronología, nos hemos servido de lo registrado en la revista Billboard.





viernes, 1 de enero de 2016

NG la Banda y el mambo japonés

Ryūnosuke Murakami es, entre otras cosas, un novelista japonés (1952) que ha transitado por la vereda tropical. En el colegio, se metió a hacer música en una banda de rock, como baterista. Graduado en 1970, procedió a formar otra banda y a grabar películas.

Foto: Nico Pérez para Vice.

En la década del 90 se hizo agente de músicos cubanos, testimonio de lo cual es el tema de NG la Banda. Además, tiene un sello discográfico especializado en música antillana.
En una entrevista, Murakami explica cómo fue la cosa. Un amigo suyo de Nueva York estaba produciendo en la isla el musical Noche tropical, y decidió acompañarlo. Así que conoció el ambiente musical e hizo buenas relaciones allí. Además, su película Kyoko trata sobre danza y música, con locaciones en Norteamérica y las Antillas.

Pues bien, en la primera ida de NG a Oriente, en el 92, Murakami fue su anfitrión. Allí Cortés se dedicó a escribir mambos, uno a su nombre:

Murakami Mambo

El número es una mezcla de pasado y presente, pues hay un corito de mambo jambo, de Pérez Prado.

La obra de Murakami.

En esa misma década, Murakami inició un espectáculo musical llamado Ryu's Cuban Night, que ha dejado al menos un disco conmemorativo, el del vigésimo aniversario.


Del alcance cultural de dichos conciertos, Erika Rossi señala que no están dirigidos precisamente al público latino: los costos son elevados y la publicidad aparece en japonés e inglés.
Emilio García indica otro punto importante: la coincidencia de estos espectáculos con el éxito de la Orquesta de la Luz.