viernes, 30 de diciembre de 2016

Summertime, versiones latinas

Trátase de un aria para la ópera Porgy and Bess (1935), compuesta el año anterior por George Gershwin, con letra de Edwin DuBose Heyward, autor de la novela en que se basa la ópera. Música y letra han sido estimadas como de lo mejor en sus respectivos géneros.



Ahora bien, su valor cultural es semejante. En la ópera se usaron negros, en vez de blancos con la cara pintada; asimismo, la música afroamericana alcanzó el sumo nivel del arte musical: la ópera. Dos progresos sociales logrados por Gershwin, blanco de ancestro judío*.

En el jazz latino.


Mas lo que aquí nos interesa son las versiones, que suben de 25 000, y que principian con la de 1936, por Billie Holiday. Especialmente, las latinas:

Los autores con Ira Gershwin (derecha), a quien también se da crédito por la obra.

Comenzando por el orden de preferencia, va una que hicieron músicos alemanes y cubanos (2003): Klazz Brothers & Cuba Percussion. 

Le sigue una del conguero estrella de Fania (1963, Chombo Silva en el saxo): Ray Barretto.

Chombo y Ray, a propósito de El Negro y Ray, pieza del mismo álbum.

No es el único conguero de la lista (1965): Mongo SantamaríaRepitió en 1980, con Gillespie y Thielemans: Mongo y amigos. 

Una curiosa, catalogada como cha cha (1960): Edmundo Ros. Una muy libre, en bugalú de los Lebrón, Summertime Blues (1967). 

Una temprana, de José Curbelo (1946). Del vibrafonista y pianista de la Costa Oeste, Bobby Montez (1958). Por los también pianistas René Touzet (1954) y Joe Loco (1959). Otra por Tito Rodríguez (1963). La cuota brasileña: Eliana Pittman (1969). Del mismo origen, pero en guitarra, Los Indios Tabajaras (1968). En flauta, por Mambo Inn. Del presente milenio, a cargo del pianista cubano Alfredo Rodríguez. Una rarísima, en piano y trompeta, Lechner y González.

Apenas por vía de muestra, una de jazz (1962): Herbie Mann. Y una rareza en calipso. De la artista beninesa Angélique Kidjo

De pronto no es casualidad que todas sean de la década de 1960...


*La cosa no es tan sencilla. Para los ires y venires de esta pieza, recomendamos a Joe Nocera.

martes, 27 de diciembre de 2016

Doc Cheatham: afroíndio en su salsa

Cuenta la anécdota que Machito despidió a este veterano trompetista, por el simple hecho de no poder con la clave. Sea de ello lo que fuere, aquí vamos a exponer los datos comprobables que allegamos del poco conocido Adolphus Anthony Cheatham (1905-97), principalmente sobre su carrera en la música latina.


Dos días antes de su muerte, a los 91, estuvo tocando en un club.
Foto: David Katzenstein.

Principió con el saxofón, pero se dedicó a la trompeta desde su periodo de Chicago (1926), cuando conoció a Louis Armstrong. Afortunado cambio, pues los trompetistas gozaron de gran demanda en la década de 1930, boga de las big bands. Estuvo con Webb, Calloway, entre otros. A propósito, Mario Bauzá lo remplazó en la orquesta de Calloway.
La escena cambió: llegó el bebop y Doc se retiró, un tiempito. Montó escuela, donde vino a matricularse Marcelino Guerra, en 1945. El discípulo bregó con la trompeta, hasta que el tutor le recomendó cambiar de instrumento.
Volvió a la tarima... con orquestas latinas. Según The Biographical Encyclopedia of Jazz, estuvo de gira en Francia con Marcelino Guerra (1950); luego, con Pérez Prado en Buenos Aires (1952). 
Que sepamos, esta pieza es muestra de su trabajo con Pérez Prado (1956):

Perdido



Con Machito, en Japón, haciendo solos con Chocolate.

También formó con Machito. Aquí se le oye en una composición de Bauzá y Hernández (1957): 

Holiday 

En Japón, con Chocolate Armenteros y Bauzá: 

Fantasía cubana 


Rickie, como lo llamaban los periódicos quilleros en 1968. Fuente: Herencia Latina.

Cheatham era zambo y cuenta Bobby Cruz que llegó a su orquesta sesentón. Era el remplazo de Víctor Paz, contactado por medio de Pedro Rafael Chaparro. De suerte que Bobby subestimó al viejo, hasta que lo oyó pitar: confiesa que, atraído por el solo que estaba tocando, se volvió a observarlo, olvidándose de lo que estaba cantando. Añade que los solos de Doc los transcriben para estudiarlos. Luego no es una exageración el homenaje que le tributaron (1966): 

Mr. Trumpet Man

Sin embargo, los oyentes nos sabemos mejor este (1967):

Richie's Jala Jala 

Aquí, en un clásico instrumental, junto con Ray: 

Suite Noro Morales 


Foto. Cortesía de David Cantrell.

En una compilación de artistas de Tico y Alegre, cruz lo presenta como segunda trompeta solista:

Descarga n. 1 

En la parte complementaria, no se identifica el trompetista: 

Descarga n. 2 

Por estas calendas (1971), participa en un elepé de Chaparro, quien lo presento con Richie.

Tiempo después, vuelve a formar con Richie en los trabajos Pinturas (1981); Back to Back (1982), donde se le aprecia en Nabucodonosor y Caridad.

Esta es la trayectoria, más o menos, de un músico particular. No solo por vivir musicalmente todo el siglo veinte, sino por llegar a la cima cuando los trompetistas ya están retirados.

Rarezas.

En 1961, participó en un curioso álbum de temas judíos en versión latina. Figuran en el personal de esa grabación músicos como Charlie Palmieri y Ray Barretto; en las trompetas, Clark Terry y Lou Oles. Como botones de muestra, un chachachá:

Havah Nagilah

Y un merengue:

Freilach-a-nacht

En San Sebastián, 1994. Foto: José Horna.




miércoles, 21 de diciembre de 2016

Colombia, te canto: canciones dedicadas al país

Ya es lugar común que Colombia es óptima plaza para los artistas salseros: algo así como su último refugio, en tiempos de reguetón.
Es curioso, sin embargo, que desde los puros principios del movimiento de la salsa haya canciones dedicadas al país. Para la muestra, estos botones:




Hace la bicoca de cincuenta años, cuando firmaba Ricardo Ray (Jala Jala y Boogaloo, 1967), antes de la existencia de la salsa: Colombia's Boogaloo. 

La composición figura a nombre de la dupla. Sigamos: Pa ColombiaDe la mente del gran Tite Curet, apareció en el elepé La gran fuga (1970), de los "peligrosos" Colón-Lavoe. 




Siguió sus pasos el cantante Ismael Miranda, cuando estrenó orquesta (1973): Me voy pa ColombiaInspiración del propio Miranda, arreglada por Javier Vásquez. Johny Sedes, de su propia pluma, nos dejó Cuando llegue a Colombia.

Cinco años después, Eddie Palmieri hace su homenaje musical: Colombia, te canto. Junior González y Harlow, Para Colombia entera (M. González).


No registramos canciones, pero sí el trascendental paso
de dos cantantes colombianos por el conjunto.
Cuenta Palmieri que trabajó la composición con el percusionista Francisco Aguabella. A propósito, la voz es de ambos; el solo de trompeta, de Chocolate.

En 1983, Camilo Azuquita dedicó una. Poco conocida, una de Nino Segarra (1995), autoría de César González: Voy pa Colombia. 1969, de Mr. Pete Rodríguez, Son montuno a Colombia (Rosa-Rodríguez). No podía faltar Cuco Valoy con Linda Colombia ni La Original de Manzanillo con Homenaje a Colombia.

Interesante muestra. Si el tema no permite gran variedad en las letras, musicalmente sí hay toda la gama de instrumentos que hacen la música latina.