jueves, 21 de diciembre de 2017

Carlos Molina, otro músico colombiano desconocido

La presencia de Colombianos en Estados Unidos no es tan reciente como uno imagina. Incluso hay pioneros en la historia del tango, como el paisano Carlos Molina. Los datos biográficos vienen de Cristóbal Díaz Ayala, quien lo da por bogotano y nacido en 1902. En la Capital del Mundo dirigió varias orquestas y se desempeñó como director musical de RCA Victor. Allí mismo murió, en 1958.



La carrera de Molina coincidió con lo que se conoció como fiebre de la rumba en Estados Unidos, desatada por el éxito de El manisero, en 1930. Tres orquestas se disputaban el aplauso del público: la de Madriguera, la de Cugat y la de Molina, los dos últimos violinistas.
La discografía registrada principia con ¿Qué tienes en la mirada?, en 24-3-30.


Poco conocido era el bandoneón en Estados  Unidos,
según esta nota de The Billboard, 11-3-44.


Luego, con Negra consentida (Pardavé), Lamento borincano (Hernández)La cachimba de San Juan (Piñeiro), La comparsa de los congos (Grenet), La comparsa (Lecuona), Odiarte quisiera (Castro), Tabú (Lecuona), Pa ran pan pan (Karlo), Cui cui (Curbelo). Aquí es forzoso detenerse: el anterior número es una conga, grabada en 1939. Hemos averiguado que los orígenes del baile en Estados Unidos se remontan a 1936, cuando Eliseo Grenet funda el Yumurí en Nueva York. Allí precisamente presentaba el espectáculo La conga. Hay, sin embargo, una conga anterior, obra del mismo compositor: La comparsa de los congos lucumí (27-9-32, que ya citamos en versión de Molina, más pausada). Es decir, el colombiano está entre los primeros que grabaron dicho ritmo en Norteamérica.  


Reseña de la orquesta de Molina, competidora de la de Cugat.
The Billboard, 5-8-48.


Make Love With A Guitar (Grever-Leveen). Pobre Sebastián (Lemaitre, versión de Myrta Silva), IncertidumbreKoki koka (Valdés), Nocturnal (Mojica-Marroquín), Chiqui cha, Tilín tilín tilán (Gutiérrez; Maño López canta a la manera de Miguelito), La tierra va a temblá. Volveré.
Otra etapa de su actividad musical se consagró al mambo: Al compás del mambo (Pérez P.); Mambo #8 (), Eso no (Cáceres-Sandoval)Cao cao, maní picao (Carbó M.), Tico tico (Abreu).   

Del capítulo tanguero, quizá el primero, tenemos: La cumparsita (Matos), Farolito de mi barrioSon cosas de la vida (J. - E. Bohr), en 16-3-30; Atorranta (Bohr), en 24-3-30; Tras las rejas (Rosello-Bohr), en 10-4-30 Don Juan (E. Ponzio) y Alma en pena (A. Aieta), grabadas en 7-2-33; Gypsy Lament (Gréver).
El pasodoble Silverio (Lara).


Reseña de un sencillo de Molina, advirtiendo la interpretación del vocalista
Bobby Rivera, en la línea de Miguelito Valdés. The Billboard, 4-8-45.


Fuentes:

Discography of American Historical Recordings.

Continuum Encyclopedia of Popular Music of the World. Volume II: Performance and Production. Continuum: 2003. En línea.



Reseña de un show en Los Ángeles, con todo y bongosera.
The Billboard, 18-10-47.

martes, 12 de diciembre de 2017

Myrta Silva, la Tremenduca

No hay acuerdo sobre la fecha de nacimiento de Myrta (¿1923? -1987), gran cantante, compositora y percusionista. En todo caso, su vida artística principia en la década de 1940. 


Con Rafael Hernández. Fuente: Pinterest.

Primeras composiciones: Cuando vuelvas y En mi soledad. En el 42 la tenemos cantando para el circuito CMQ de La Habana y luego estrenando su Así es la vida y Fácil de recordar. Del mismo año, Tu pito no suena ya (C. Puebla), una parodia de Ahora seremos felices.
De la época del Cuarteto Victoria queda La tartamuda. Con el fin de la década llega a la cima de la popularidad: la RCA Victor argentina la premia por sus ventas 1947-9 y en Cuba será la artista extranjera más popular. Su triunfo isleño se debe, claro, a las grabaciones con el conjunto Sonora Matancera: tres guarachas y un montuno de su propia inspiración, Qué corto es el amor. Entre los registros en vivo también hay números de ella: No me toques, que te quemas; No sé por qué; Por algo será; Yo me voy contigo y La tremenduca.  


En Caracas, 1945. Hemeroteca de la música popular en Venezuela.
  
Canta con la orquesta del violinista colombiano Carlos Molina (pionero de las orquestas de tango en USA) Sí, mi hijita linda. Se le tiene por la primera mujer inscrita como percusionista en la Federación de Músicos (de Puerto Rico o de Estados Unidos, según la fuente). 


En Ferrocarriles Unidos de Cuba, 1950.

Con otras orquestas: Mi delitoMis tres noviosLa vida es un problema, su composición Quiero volver a La HabanaLos hijos de Buda¡A callarse!El bombón de Myrta, Rumba desaforá, ¡Échale tierra y tápalo!. No pueden faltar Camina como Chencha (Saquito), Esos no son de aquí y Buche y pluma na ma (Hernández), Nada. Luego hizo televisión, haciendo su rutina o invitando músicos.       


Reseña de Myrta Silva en un club de San Francisco. Nótese que cantaba y hacía
una rutina cómica. The Billboard, 6-2-1943.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Bayardo Velarde: percusionistas de la Costa Oeste

Bayardo Velarde (1929-2015), panameño de la capital, se trasteó al Norte en 1945. Como no pudo seguir pagándose clases de saxo, aprendió por su cuenta percusión. Oyendo los discos de Tito Puente dominó conga y bongó, de suerte que se estrenó tocando en el Alonzo Palio Quartet, en North Beach. A fines de la década de 1940, la escena estaba dominada por unos cuantos grupos mejicanos.

Edgardo Rosales, maracas; Tjader en los timbales; Carlos Durán, bajo;
Bayardo Velarde, congas; 
Manuel Durán, piano. Foto: colección de Robert C. Tjader. 


Tocaba aquí y allí, fue a Nueva York a mirar y, vuelto al Área de la Bahía, tenía una llamada de Cal Tjader. El vibrafonista, incapaz de decir Bayardo, comenzó a llamarlo Benny. 
Con Tjader grabó en la época del quinteto que tocaba principalmente mambo: Lucero (Tjader), Autumn Leaves (Prévert-Kosma); Mambo At The M (Kant)I've Waited So Long (Tjader); Laura (Raksin-Mercer), Philadelphia Mambo (Puente). Por esta época, los músicos de Tjader forman un grupo que tocaba en The Copacabana. La banda contaba con los hermanos Durán y el conguero Luis Miranda. Allí le ofrecen trabajo si forma su propia banda, que se llamará Benny Velarde y sus Pachangueros, lo cual nos da la pista sobre la fiebre musical del momento. En ese club y con dicha formación pasó la década de 1960. Graba el trabajo Ay qué rico (1962), donde dejó campo para los boleros Si te contara (F. Reina), Tu manera de ser (B. Collazo), que canta Felo Brito; Baila mi guaguancó (Velarde-Durán), Las guajiras (Santamaría). Pasa a un formato más grande, dirigiendo el Super Combo. Luego lo contratan para un proyecto de grabación con Lalo Schifrin, que queda trunco. Del compositor y pianista quedó Latin Slide y de Velarde Road Runner. En casi cuarenta años, el Super Combo produjo solo un disco (2003), Viva Velarde, Tenderly (Gross-Lawrence), Tranquilízate (Velarde), El divorcio (A. Rodríguez), Viva Cepeda (Tjader), número dedicado al pelotero Orlando Cepeda, novato del año 1958. Aquí lo vemos descargando con Tito Rodríguez. Repasa Yolanda pachanga, canción que le dedicara a su esposa, bailarina cubana, cuando el ritmo estaba de moda.
En 2011 y a instancias de un locutor, le organizaron un concierto de homenaje por los sesenta años de carrera musical en la región. 

Fuentes:
Benny Velarde, Bay Area Latin Jazz Master
Latin Jazz Conversations: Benny Velarde

miércoles, 29 de noviembre de 2017

El Cuchipe, versiones de un bambuco

No parece muy raro que una canción popular tenga una historia imprecisa. En el caso de El Cuchipe podemos asegurar, siguiendo fuentes reconocidas, que se trata de un bambuco de Eduardo Gómez Bueno. 
Versiones mayormente de música popular, con unas cuantas rarezas. El tope de su fama fue en la década de 1960, como se verá a continuación.
La primera versión es de Alejandro Wills y Los Llaneros (1936); seguida de una por los Hermanos Hernández (1938).

El Tiempo, 9 de enero de 1963. BB, la más famosa
intérprete del bambuco de Gómez Bueno.

Lobo y Melón (1958); Chucho Sanoja (1961); Los MachucambosDarío Moreno (1963: ¡en francés!); Los Incas (1967); Los Calchakis (1968); Los Muchachos (1969). Los Pekenikes (1971: pop); Los Lobos (1978). Entre las colombianas posteriores hay que citar la de Garzón y Collazos, la del Quinteto Dalmar y la de Carlos J. Ramírez; versión instrumental de Jorge Ariza
Ahora bien, ¿qué es eso de "cuchipe"? "Cuchipanda" es una parranda con cena incluida; cuchipe viene siendo el organizador del ágape. Interesa anotar que la palabra es conocida en España y que se le reputa por reciente:

Palabras moribundas, por Pilar García y Álex Grijelmo.
Taurus, 2011; en línea.

lunes, 27 de noviembre de 2017

La bamba, versiones

En otra entrada, revisamos la historia de la canción. Desde la primera versión grabada, en 1939, son incontables los artistas que la han puesto en su repertorio. Veámoslas, pues, aleatoriamente:


A Julia Cortés, su voz y sus pies descalzos se debe
gran parte del éxito mundial de La bamba.

Los Panchos

Orquesta Garrido

Marga Llergo


Cugat


Peret


Panchito Cui Cui


Edmundo Ros


Harry Belafonte


Dave Pike


Raphael


Arsenio Rodríguez

Cal Tjader

Willie Bobo

Johnny Ventura y su Combo Show

Primitivo Santos

Los Merecumbes

Orquesta Románticos de Cuba

Eddie Cano

Tokyo Cuban Boys


Arroyo y La Protesta


Mongo, versión monótona hasta el tedio.

Paul Hawkins, latino por adopción

Cuando uno piensa en la música latina de los Estados Unidos, se remite a las ciudades de Nueva York y Los Ángeles. 


Con Patato Valdés. Foto: Jim Byers

Hoy hablamos de una figura de Washington, D. C., el bailarín y percusionista Paul Hawkins, contagiado por la fiebre del mambo y devoto de la música de Tito Puente y Machito. Por lo primero, se le reconoce por el primer instructor negro de la academia de Arthur Murray. Por lo segundo, participó en muchos grupos y fue una especie de anfitrión, como dueño que fue del Bohemian Caverns, de los músicos latinos que pasaban por la ciudad. Según las fuentes, fue conguero de Roland Kave y Los Diablos, grupo que tocaba en La Casbah y de quienes hallamos Anabacoa. Como timbalero y líder, tuvo las orquestas Los Tropicales y Siglo Veinte. Dice un rumor que la fama llegó hasta Nueva York, para desconcierto de Tito Puente, que no conocía ningún latino con semejante nombre. En todo caso, llegó a ser telonero del Rey en el mismísimo Palladium. A la inversa, cuando Puente iba al D. C. lo ponía en su formación, como lo hacía también Gillespie. Allí fue mentor de otro músico recién desaparecido, su colega Bobby Matos.
Entre sus últimas empresas musicales se cuenta La Jazz, que contaba con el bongosero Rudy Morales y una pianista gringa que, curiosamente, toma un nombre latino, María Rodríguez (en la pila, Jane Butler, 1926-98).

jueves, 23 de noviembre de 2017

Cuco Valoy y los frutos del merengue

Cuenta Cuco Valoy que Los Compadres estaban pegados en la República Dominicana cuando él formó con su hermano Martín un grupo para imitarlos. Lo hacían en los los parques hasta que alguien les recomendó ir a un programa de aficionados. Así lo hicieron, con tal éxito que el animador apuntó que si Cuba tenía a Los Compadres, allá tenían a los ahijados. A Cuco le pareció buena la ocurrencia y la tomó por nombre.


Foto:testigouno.blogspot.com.co

Cuenta Cuco que a Colombia llegaron por Buenaventura y Cali, en 1979. Les sorprendió que hubiera recibimiento de la prensa, prueba fehaciente de su éxito radial. Afirma que aquí no se conocía el merengue moderno, novedad que presentó con La maldita cola (Alberti). La gira se extendió a Barranquilla y aquello fue amor a primera vista. Y no iba de pasada, como ha expresado Wilfrido Vargas, pues le arrebató el Congo de Oro (1981) y luego lo batió en el Madison Square Garden.
En otras entrevistas afirma que fue Frutos del Carnaval la que prendió la fiebre del merengue aquí. Puede decirse que fue una composición de Cuco con inspiración ajena, pues todos los motivos se los proporcionó el Capitán Visbal.
El aserto podría discutirse, habida cuenta de lo apuntado por una nota de Semana (De nuevo "apambichaos", n. 135 1984), en que se declara una fiebre merenguera de apenas dos años, encendida por El comején (Rodríguez) y cuyo protagonista es Johnny Ventura. 

Los Ahijados, Los Virtuosos y La Tribu son los nombres de sus agrupaciones.

La historia no terminaba con los Frutos, pues en el 85 volvió a batear con Baila en la calle (Carnaval, de Luis Díaz).
En todo caso, el octogenario músico dominicano ha sido noticia por varios reconocimientos que se le han tributado. Todo un personaje que se empeñó en llevar la contraria: hacer de su familia una orquesta para vivir de la música.

Fuentes:

Cuco Valoy trae una serenata a Medellín

Cuco Valoy: dominicano y barranquillero

"Llevo a 'Curramba' en el corazón"

lunes, 20 de noviembre de 2017

Bobby Matos en el jazz latino

Bobby Matos (1941) tuvo el privilegio de iniciarse en la percusión latina bajo la tutela de Patato, en la época en que podía ver a Machito y a Puente en el Palladium. 


En Barranquijazz, 2008 (barranquijazz.com).

Dejó el colegio por trabajar de conguero, en Greenwich Village con un grupito afrocubano. Allí aprendió con mayor formalidad los rudimentos de la percusión. Así hasta que le tocó pagar servicio en Washington D. C. En la capital se relacionó con el percusionista Paul Hawkins, su mentor entonces y otro amigo de Patato. Luego del servicio, y en beneficio de él, estudió composición y arreglos en la New School y en la Manhattan School of Music.
Con dicha formación, ya pudo dar el paso a director de grupo, estrenándose con The Latin Soul Combo. Los demos de la banda vinieron a parar en el primer trabajo de Matos con Philips, My Latin Soul (1967). Allí está, por ejemplo, Mambo Maxims (Barrie), Tema de alma latina (Matos) y bugalúes Me tienes loco (Dorsey-Matos), La cosa de Ritchie (Small). No quedó a gusto con la disquera y probó con Speed Records un segundo álbum que no se publicó, si bien se conocieron sencillos en Europa. 

De costa a costa.

Harto de esas experiencias, dejó de ser director: ganaba más y sufría menos. Grababa por aquí y se presentaba por allá con músicos de la talla de Andy Harlow. Iba bien, pero decidió irse a Los Ángeles.
Inspirado en Tjader, forma The Heritage Ensemble. Sin embargo, los metales van opacando al vibráfono, de modo que el conjunto pasa a llamarse Bobby Matos and His Afro-Cuban Jazz Ensemble, luego Afro-Latin. Con el ensamble graba Collage - Afro-Cuban Jazz (1993), donde figuran Herencia (Eisen), Güiro elegua, Bembé... The Promised Land (Matos-Almario), Traición (Palos), Afro cubismo.
Trabaja como productor en Cubop Records para Jack Costanzo, Ray Armando y Dave Pike. De sus grabaciones (Chango's Dance, 1995) tenemos Óiganlo (Son número seis), Dame tu amor (Weinstein), La charangaManteca (Pozo-Gillespie-Fuller), Conga Conversation (Matos), So What / Impressions (Coltrane-Davis). Footprints (1996) trae Cueros (Matos), Flamenco Ain't Bad (Ramírez, estrenada por Sabú), Oferere y Kimbisia (Cegarra-Matos), Recuerdos (Schifrin), Conga Conversation, Pt. 2 (Matos), Naima (Coltrane; Santana-McLaughlin), Footprints (Shorter). Live at M.O.C.A es un álbum de concierto (1999) que presenta The African Queen (Silver), Mambo Interlude (Cegarra-Matos), Ana María (Shorter), Bárbara milagrosa (O. López), Bobby's Theme (Matos).


En el nuevo milenio, ofrece un dueto con el colega John Santos, Mambo Jazz. El álbum sigue una secuencia, con números de entrada y salida. Aquí están Caminando (Santos), Mambo Moña Mix X (Turre-Turre, bongó de Vilató), Oye, mi querida (Matos; vocalizada por Manny Román), Cachao (Castellar), I Don't Speak Spanish (But I Understand Everything When I'm Dancing).
En Made By Hand (2004), trabaja con un octeto en el clásico salsero Lluvia con nieve (Rivera), Afro Blue (Santamaría), Llegué, Philadelphia Mambo. En Charanga Chango (2006) insiste en su admiración por Israel López y otra figuras  afrocubanas de culto, Poem for Cachao, Chango's Charanga, Cuando baila Ramón, Silverlake Songo, Return to Spanish Harlem. Acknowledgement (2006) trae Manhattan Mozambique, Sóngoro
Gratitude (2007) presenta una versión bailable de Autumn Leaves (Prévert-Kosma-Mercer), All Blues (Davis), Más bajo (Puente) No me digas na (Pérez
Beautiful As The Moon (2010) es un álbum y una canción yidis que seguro significó mucho para el artista de ancestro judío. Abre con un cóver de Armando Peraza, Maramoor Mambo (Tjader), 
En Mambo Jazz Dance (2012) sigue Matos mambeando un clásico de otras coordenadas como Bahia (Barroso) y recordando a Anna, de la inolvidable película de Silvana Mangano (1951), así como un cóver de Tito Rodríguez.      
El trabajo Ritmo & Blues (2014) es una auténtica rareza. Evocación del Doo-wop de su juventud, junto con un nuevo tratamiento de Bruca maniguá y Tin tin deo, con varios invitados entre los cuales está Joe Bataan. 
Una rareza salsera, vocalizada por Manny Román, Sangre del barrio.


Reseña en Billboard, 9-6-2001. Nótese la categoría en que está.

En Colombia.

Una vez estuvo invitado a Barranquijazz (septiembre, 2008). Alguien de la radio le preguntó si iba a tocar Kimbisia, su canción más popular aquí. Dijo que no, pues no era parte del show. Como el hombre le insistió en que dicho número sonaba en la radio, Matos no tuvo de otra sino hacer un arreglo oyendo una grabación, pues no traía papeles.


*Los datos biográficos provienen de una larga entrevista al sitio allaboutjazz.com

domingo, 29 de octubre de 2017

La cocaína y la música, viejas amigas

En la música.

Para quienes crecimos ya en vigencia de la Guerra a las drogas de los gringos, el consumo de la cocaína puede parecer algo reciente.
Por eso llama la atención que el Trío Matamoros le dedique una canción, precisamente a La cocainómana. Un son de la autoría del propio Miguel, grabado en 1-8-1934. Tema que no perdía actualidad cuando Silvio Rodríguez la versionó. Del mismo tema es Maldita droga, (J. P. Miranda) bolero del conjunto de Arsenio. Si tal era la queja en las Antillas, lo mismo pasaba en tierra firme: la yerba fue legal en el Norte hasta 1937, luego era muy normal que, en 1928, Armstrong la llamara por uno de sus nombres en Muggles (Armstrong-Hines); a la cual corresponde este Cocaine Habit Blues, de 1930. El famoso trompetista fue uno de los primeros músicos en ser arrestado por consumo de drogas. De entonces data la idea de que el consumo mejora la ejecución de los músicos (Till).
Un consejo reciente para alejarse de las drogas lo vocalizaron Jossie Esteban y Vico C. Blanca es composición del rapero puertorriqueño.




En la vida.

La cocaína se conoció como producto legal en la segunda mitad del siglo diecinueve, etapa de dominio peruano de la producción. Cambia el siglo, presentándose dos hechos nuevos: una actitud hostil al químico y un desplazamiento de la producción al extremo Oriente. La cosa terminó de complicarse con la criminalización del producto. 
El tráfico de drogas está penalizado en Cuba desde 1919, en virtud de convenios  internacionales (Sáenz).
Sublette, citando a Cirules, registra el ingreso de los colombianos al negocio: en 1945, la isleña Aerovías Q principia la operación en aeropuertos militares, con permiso de Grau. La ruta era La Habana-Camagüey-Barranquilla-Bogotá, una vez a la semana. Yendo hacia arriba, la cocaína se cargaba en Medellín. Gootenberg vagamente cita, para 1943, el rumor de viajes de Aerolíneas Q a Los Andes, con el producto, claro.

Sáenz Rovner documenta el arresto de los hermanos Herrán Olózaga en La Habana. Año, 1956; producto, heroína. La cosa tenía antecedentes: en 1957, las autoridades les allanaron un laboratorio en Medellín que procesaba cocaína, al menos desde 1952. Ya desde 1939 había sospechas de ilegalidad respecto de la Farmacia Unión, de Rafael Herrán, en dicha ciudad. De la misma década datan algunos desvíos de la droga en varías partes del país. Dato interesante: en 1942, se detuvo al primer dueño de cabaret por vender estupefacientes en su local. En la rumba bogotana ya había, pues, cocaína, morfina y opio.


Eduardo Balarezo fue capturado en Nueva York, en 1949,
con la colaboración de la Policía peruana. Foto: Gootenberg.

En la Península hubo un escándalo que alcanzó la persona del dictador Primo de Rivera, quien tenía una protegida, ramera y vendedora de drogas.

Fuentes.

Cirules, Enrique. El imperio de La Habana. Letras Cubanas, 1999. 
Gootenberg, Paul.Andean Cocaine: The Making of a Global Drug. The University of North Carolina Press, 2008

Sáenz, Eduardo. La conexión cubana. Narcotráfico, contrabando y juego en Cuba entre los años 20 y comienzos de la Revolución. Universidad Nacional de Colombia, 2005.

Sáenz, Eduardo. Ensayo sobre la historia del tráfico de drogas psicoactivas en Colombia entre los años 30 y 50. Iberoamericana, IX, 35 (2009), 93-104.
Sublette, Ned. Cuba and Its MusicFrom de First Drums to the Mambo. Chicago Review Press, 2004.
Till, Rupert. Pop Cult: Religion and Popular Music. Continuum, 2010.

jueves, 26 de octubre de 2017

Los Machucambos: música latina en París

No tiene mucho de raro que una costarricense se dé a conocer cantando una canción tradicional mejicana. Sí que lo haga en París y en una época en que la moda musical iba por otros rumbos (ye-ye, twist y rock 'n' roll). La figura de Julia Cortés (1934-2008) fue familiar para los parisinos, al menos desde noviembre de 1958, tiempo de su primera gira por las colonias francesas de África. La muchacha de estampa campesina y voz sensual era, no obstante, nieta de expresidente. Como tal, fue diplomática en Madrid, Roma y París.


Julia en París, 1960. Costarricenses en la música, por Mario Zaldívar.

Una casualidad.

Llena de casualidades la historia de la música, no va a ser esta la excepción. L'Escala, en pleno Barrio Latino, era la plataforma musical latina de la ciudad. Allí iba a presentarse un trío compuesto de español, italiano y mejicano. Como el último no llegara, Julita hizo sus veces, enfundándose el atuendo de charro.

Comienzan, pues, a sonar hasta que llaman la atención de la discográfica Decca.

Su primer éxito es Pepito (Truscott-Taylor), un rocanrol. El cabezazo de Gayoso, guitarrista del grupo y esposo de Lucita, consistió en arreglarlo como chachachá. La cantante asegura que las ventas subieron a los quince millones de copias, de suerte que les ofrecieron la tarima del Olympia. Luego vendrá La mamma (Aznavour et al). Luego de una década larga de éxito, Julita contrajo una encefalitis que la bajó de los escenarios, en 1970. No significó el retiro total, pero sí el fin de su participación con Los Machucambos.



Los Machucambos en Lion, 1964. Costarricenses en la música


Una curiosidad: "machucambo" es otra palabra española para armadillo.

Antología.

Parecen llegar a seiscientas las canciones del grupo. Aquí, unas cuantas representativas:

En el lado latino de la música, principiaron con La bamba. Hay mucho folclor colombiano: Pepe (Lemaitre), El pescador y La piragua (Barros), El caimán (Peñaranda), Soy tolimense (Garzón), La pollera colorá (Choperena).

Gratas sorpresas: El Watusi (Barreto), El manisero (Simóns), El cumbanchero (Hernández), BabalúEl choclo (Villoldo), (Lecuona), Garota de Ipanema (Moraes-Jobim), Brasil (Barroso-Russell), Tonada de la luna llena (Díaz), Los ejes de mi carreta (Yupanqui), La lloronaPerfidia (Domínguez), Adiós (Madriguera).


Los trajes típicos y los pies descalzos de Julita eran insignia del grupo.

domingo, 22 de octubre de 2017

La bamba: centenario son veracruzano

Cuando Miguel Alemán Valdés (1900-83) decidió usar La bamba como canción de campaña presidencial, la obra llevaba tiempo rodando de boca en boca. Cuentan los propios veracruzanos que la cosa viene del tiempo de los piratas (s. XVI) y del miedo que les tenía la condesa de Malibrán*. Ahí resultó un estribillo: "ay tilín, tilín, tilán, que repiquen las campanas de Malibrán; ay tilín, ay tilín, tilín, que repiquen las campanas de Medellín". Si aquellos atacaban, "se armaría una bamba", tema sobre el cual comenzaron a improvisar estrofas los trabajadores de la condesa. 


La bamba de salón. Life (15-10-45).

La primera versión grabada es de 1939, por El Jarocho.
Life hizo un fotorreportaje (15-10-45), según el cual el músico gringo Everett Hoagland introdujo el baile de La bamba al capitalino club Ciro's, el invierno de 1944-5. A Nueva York llegó en octubre siguiente, de la mano de Arthur Murray, profesor de baile. 

Poco después, se adapta el son jarocho a la campaña presidencial de Miguel Alemán (1946-52), obra que se atribuye a Andrés Alfonso Vergara. De la misma época es la versión de Andrés Huesca.

Ritchie Valens, alias de Richard Valenzuela, la popularizó fuera de Méjico con un ropaje pop, en 1958. No deja de ser paradójico que el primer éxito cantado en español en un medio anglo se deba a un chicano que no hablaba la lengua. En 1987, Los Lobos llevaron su cóver a la cima de Billboard Hot 100. Entre estas interpretaciones masculinas, hace bonito contraste la de Julia Cortés, costarricense, con Los Machucambos, importadores del número a Europa, éxito de 1960.


La bamba tradicional. Life (15-10-45).

Ñapas. La bamba, por Arsenio.
Soy tolimense, de Darío Garzón, de nuevo por Los Machucambos.


*Mucho de leyenda, con poco fondo histórico: inmigrante francés, sin título de nobleza, casado con una jarocha, promediando el siglo XVIII. 

domingo, 8 de octubre de 2017

Chico O'Farrill, pionero del jazz latino

A fines de 1948, parece, Chico O'Farrill llevó a Norman Granz al Birdland a oír la orquesta de Machito. Esa velada dejó huella en la historia fonográfica de la música latina. El cubano había llegado a Nueva York ese mismo año y había tomado lecciones en la famosa academia Juilliard. Sus primeros arreglos conocidos son Undercurrent Blues para Benny Goodman y Cuban Episode para Stan Kenton. Apunta Díaz Ayala que su caso puede ser único: llegar al jazz afrocubano partiendo no de lo cubano, sino del jazz.

Afirmó que su instrumento era la orquesta, pero antes de dirigir fue trompetista.
Carátula del EP Chico Latino Dance Session.

Al servicio de Granz.

Granz quedó encantado con lo que oyó en Birdland, al punto de que llevó a Charlie Parker a un ensayo de la banda en el Palladium. El recién llegado se ensambló perfectamente al grupo, con la consecuencia natural de que lo hicieran luego en el estudio de grabación, junto con Flip Phillips. El 20-12-48, registraron No Noise (J. Bartee), Mango mangüé (G. Valdez) y Bucabu (Machito).


Para Machito, el dueño de estos recuerdos, grabar con Parker fue uno de los hitos de su carrera. Fuera del estudio vuelven a encontrarse en un concierto del Carnegie Hall, el 11-2-1949. 

O'Farrill vuelve a esta historia cuando le graban su Afro-Cuban Jazz Suite, el 21-12-1950. La suite tendrá segunda parte, menos conocida por no contar con la presencia de Parker y Phillips. Para la orquesta de Gillespie arregla The Manteca Suite (Pozo-Gillespie-Fuller).
La relación con Granz dura hasta 1955, luego de seis producciones discográficas, cuando este no le permite romper su contrato para aceptar uno nuevo con Capitol Records. Esta disquera quería poner a O'Farrill como competencia de Pérez Prado, de la rival RCA. Decepcionado por la oportunidad perdida, vuelve a La Habana, de paso, y luego sale para Méjico. Allí hará carrera por ocho años, componiendo y arreglando para Art Farmer The Aztec Suite (1959).

Un New Yorker

En 1967, le llega la hora de volver a los Estados Unidos. En su dilatada carrera de arreglista, alcanzó un punto alto cuando escribió para Machito y Gillespie, juntos en una sesión de 1975. Luego de eso, se dedicó principalmente a la música para televisión.


Álbum de 1953, para Clef Records.

De sus composiciones y arreglos mencionamos los siguientes: Jatp Mambo, Havana Special, Cuban Blues, Avocadoes, Disappearance, Contraste (Gillespie-O'Farrill), Jungla (Gillespie-O'Farrill), Rhumba Finale (Gillespie-O'Farrill), The Peanut Vendor (Simóns), Oye mi ritmo. Hey, Lolita. Spanish Rice (Terry-O'Farrill), Contigo en la distanciaDelirio (Portillo), Tres palabras (Farrés). Llora timbero (Rodríguez), Trumpets Fiesta (O'Farrill), Procrastination, Tenderly (Lawrence-Gross), En la oscuridad (Solano), Guaguasi, Pure Emotion, Trumpet Fantasy, Crazy City (...But I Love It), Havana Blues, Astronaut Special, Rumbonsito, Pianarabatíbiri (O'Farrill), Madrid (Lara), Carambola (Gillespie-O'Farrill), Bahía (Barroso), Voodoo Moon (Blanco-Sunshine-Morales), Siboney (Lecuona), Almendra (Valdés), Tin tin deo (Pozo-Fuller), Freezelandia (Beque), Carioca (Youmans-Kahn-Eliscu).

En concepto de O'Farrill, el influjo de sus trabajos de jazz latino con Granz alcanzó sobre todo a los músicos, no tanto al público general.
Otro concepto suyo, sobre la mezcla de jazz y música afrocubana: "a very delicate marriage. You can't go too much one way or the other. It has to be a blend. But you have to be careful with how different styles come together. Otherwise music labeled Latin jazz could end up being like Glenn Miller with maracas, or Benny Goodman with congas. Latin jazz is much deeper than that''.     

Fuentes: 

Norman Granz: The Man Who Used Jazz for Justicepor Tad Hershorn. University of California Press, 2011. En línea.
Obituario, por Ben Ratliff.