jueves, 31 de agosto de 2017

Qué cara más bonita: canciones españolas de Álex Bueno

Álex Bueno es un dominicano (San José de las Matas, 1963) que se encontró con su destino ganándose un concurso de cantantes (1978) que organizó Wilfrido Vargas. 


Principió su carrera en la década de 1980, tiempo que vio una notable influencia de artistas peninsulares. Lo mismo que en la salsa, abundan las versiones de temas estrenados como baladas. En el caso de Álex Bueno, además, llama la atención que tenemos canciones de grupos de flamenco pop. En el listado que sigue, apenas de las primeras grabaciones, destacan Bordón 4, Peret y Los Calis. Hay, también, unos cuantos buenos boleros.
Con la orquesta de Fernando Villalona registró su primer éxito (1982), Piel canela, de B. Capó. Con la formación de Andrés de Jesús vocalizó Cómo quisiera; tal vez su primera balada, ¿Y cómo es él?, de J. L. Perales; Las locas; Sigue tu vida.
Principia su orquesta y menudean las baladas: Querida, de Juan Gabriel; Me va, me va, de R. Ceratto; el recordado Qué cara más bonita, de Carrasco-Cepero (éxito peninsular de Bordón 4); del mismo grupo, Quiero conocerte (éxitos en 82-3); Amor divino (Cómo te extraño, mi amor, de Leo Dan); del mismo, una bonita versión abolerada de Esa pared; y La radio (El radio está tocando tu canción); en contraste, Hijo de Yemayá; Colegiala, de Walter León
Del segundo elepé: Una paloma blanca, de J. Hernández; Me muero por ella, de Platero-Sánchez-Porras-Rodríguez (Bordón 4); Corazón de madera, de Fernando Arbex (Peret); Quién te riza el pelo, de J. Hernández; Ojitos negros, de Calva-Arcusa, en bolero (El Gran Combo, primera versión); Quiero abrazarte tanto, de Víctor Manuel; Has tenido mil amores, de J. González; Un mechón de tus cabellos, de Adamo; Soy un hombre callejero, de Loig-Loma-Salazar-Salazar. Quiero que elijas el lugar, balada de A. Bourbón que grabó Basilio (en salsa, por Keko Hernández); El niño y el canario, de E. Fratantoni; A dónde va nuestro amor, de Magallanes-Molina; Amarrao con fe, de Ñico Saquito (Amarrao, compé = compay).   

miércoles, 30 de agosto de 2017

Bruca maniguá: 80 años de un clásico afrocubano

Conjunto de Arsenio Rodríguez. de pie, izq.-der.: Carmelo Álvarez, Alfredo "Chocolate" Armenteros,
René Scull, Arsenio Rodríguez, Antolín "Papa Kila" Suárez, Félix Chappottín, Carlos Ramírez.
Acurrucados: Félix Alfonso, Lázaro Prieto, Lilí Martínez.

En 1937, una orquesta de blancos grabó el primer gran éxito de un compositor negro. La Orquesta Casino de la Playa, con las vocales de Miguelito Valdés, registró Bruca maniguá (Bruja del bosque), composición con que Arsenio Rodríguez lamenta la situación de su raza. Arsenio designaba estos números afrocubanos, así descritos por David García: introducción, verso, puente y montuno. Las tres primeras secciones se caracterizan por el ritmo tangocongo; la última, de son. Lingüísticamente, se sirve de la lengua bozal, es decir, la que hablaban los recién llegados de África, mezclando morfosintaxis española con léxico de origen congo o kikongo. Recuérdese que la esclavitud terminó en Cuba en 1880: 31 años antes que naciera Arsenio.

Oigamos la primera tanda de versiones: Casino; seguida muy de cerca por la versión de Xavier Cugat (9-12-37), en la voz de Alfredo Valdés. Algo distinto intenta Abelardo Barroso, con la etiqueta de afro-cha.


Aunque la etiqueta para la música cubana era "rumba",
aquí se añade "afrocubano", como le gustaba a Arsenio.

Segunda tanda: Tito Rodríguez, con la orquesta de José Curbelo. La grabó Vicentico Valdés, pero no hay registro en la red. Del tiempo de la charanga, en la década de 1960, tenemos versiones de Charlie Palmieri y Ray Barretto (instrumental, Adalberto Santiago). Sierra Maestra; Orquesta Aragón,Orquesta Buena Vista Social Club, Malena Burke y NG la BandaSonando. El autor la grabó, después, en 1963. 
La rareza, una dupla de mujeres, Toña la Negra canta y Rosa Carmina baila.


A dos años de llegado al país, Valdés ya estaba en la tapa de The Billboard (25-4-42).
Se recuerda la anécdota de Arsenio que, invidente, le preguntó si era blanco o negro, por el modo de cantar.


Sobre Bruca maniguá y otras cuestiones, esto le dijo Arsenio al periodista José Luis Logreira, corresponsal de la cadena Caracol.

De la letra, una parte está traducida por García*:

Mundele con bafioté (El blanco con su hostilidad)
siempre tan garchá (siempre está engañando)
etá po mucho que lo ndinga (diciendo cosas que no entiendo)
siempre ta matratá (siempre maltratando)
ya ne me acabá (ya me ha matado)
bafioté fuirí (con su abuso)



*Arsenio Rodríguez and the Transnational Flows of Latin Popular Music, por David Garcia. Puede leerse en la red.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Joe Arroyo canta boleros


No debe extrañar a nadie que las dos estrellas que ha dado Colombia a la música latina sean oriundos de la misma región. Nelson Pinedo y Joe Arroyo nacieron en Barranquilla y Cartagena, asomados al mismo Caribe. Pinedo ya es poco conocido, mientras que el culto de Arroyo está en aumento, incluso entre las generaciones posteriores a su gran éxito.


Con John Jairo Murillo (arriba) y Víctor Meléndez.

Salsero con todas las de la ley, según lo que dejó grabado con Fruko; intérprete consumado del folclor y creador de mezclas propias, parece que nadie ha reparado en unos cuantos boleros que vocalizó. De En su salsa (1979): Buenos días, Tristeza, de Ketty Parodi. En el estreno de La Verdad, Acabando conmigo (1981, del propio Arroyo).
La voz: bolero & salsa (1992): Volvió a mentir, de Rodrigo Pérez; Volver a empezar, de Rafael Anillo. Lamentable que no haya grabado más este tipo de repertorio.
No son boleros, pero muestran la ductilidad de su voz: Quiero de nuevo empezar Tu, solo túCantando mi son me muero, ¡Amada, ven!, y un largo etcétera, sin tener que pasar por los temas molidos de su repertorio.

jueves, 17 de agosto de 2017

Argentina Coral: rumbas de aquí y allí

"La rumba nace en la calle, hija de Cuba y de un gitanillo", tal es la definición que Gato Pérez da de la rumba catalana. Género este difícil de rastrear, pero que comprueba la adaptación peninsular de elementos musicales del Caribe. Esa manera catalana significa, principalmente, la acentuación del ritmo no solo sirviéndose de bongoes, sino también percutiendo la caja de la guitarra (ventilador). Mezcla afortunada, al punto de señalarse como causante de la popularización del flamenco, en la década de 1960. La popularidad viene de la mano del filme Los Tarantos (1963), cuyo personaje graba dos temas, entre ellos la conocida guaracha Ave María, Lola.



Entre las figuras de la época, nos hemos topado con Argentina Coral (León, 1934), intérprete de rumbas y fandangos, así como del repertorio latino que popularizara en la Península Antonio Machín. Pionera del género, junto con Dolores Vargas y Lola Flores, principió en 1961 y desde entonces tenemos números como Ay, Carolina o Plena española; Sucu sucu, del boliviano Tarateño Rojas, donde se oye el ritmo de clave. Maringá, de Joubert de Carvalho (1932; versión de Chavela Vargas) y Es inútil dejar de quererte (Corazón, corazón, de J. A. Jiménez) salen en un epé del 62. En 63, vocaliza su versión rumbera de La negra Tomasa, del cubano Guillermo Rodríguez Fiffe (1937); Bailando con Pepe, de Daniel Lemaitre. Vienen luego un Bossanova del adiós y La barca, de Cantoral. Asimismo, Los ejes de mi carreta, de Yupanqui. En 65 vocaliza Sabor a mí, del mejicano Álvaro Carrillo. Luego hizo La múcura, de Fuentes; Parece que va a llover, de Antonio Matas, y La enorme distancia, de José A. Jiménez, pero no tenemos audio. Hay un vals del argentino Antonio Sciammarella, Salud, dinero y amor, y el bolero de Manzanero, Adoro. Llama la atención una Cumbia morena, no menos que el bolero Mar y cielo, del puertorriqueño Julio Rodríguez Reyes. 





En 1970, no puede dejar de grabar A-chi-li-pu, éxito de su colega La Terremoto. Una canción jíbara, de Toñín Romero (1937-78), muy del gusto de los rumberos peninsulares: Pena, tristeza y dolor, acompañada de Los Amaya, que merecen capítulo aparte. Un bolero de Beny Moré, Amor fugaz. Más repertorio cubano: Toda una vida, de Osvaldo Farrés. El vagabundo, de Simón-Gil (versión de Rolando Laserie con Bebo Valdés). Angelitos negros, de Blanco-Álvarez. Dos gardenias, de Isolina Carrillo. Nuestro juramento, de Benito de Jesús. Que se mueran de envidia, de Mario de Jesús Báez. Por qué no han de saber (Amar y vivir, de Consuelo Velázquez). Camarero del amor, de José Dolores Quiñones.



*Sobre la rumba catalana, usamos la obra clave Achilibook. Biografía gráfica de la rumba en España, 1961-1995, de Carles Closa: Milenio, 2013.