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jueves, 10 de septiembre de 2020

Donde nacen las canciones: Pa'l bailador, de Joe Arroyo

Joe Arroyo le dio a Ernesto McCausland una entrevista en que le revela varios de sus secretos musicales, a propósito de la producción de su último álbum, de madrugada y bebiendo vino. Es bueno ver a Arroyo explicando cómo surge su música, calculando los efectos que causará en el bailador. Es bien sabido el ingrediente de varios ritmos del Caribe en sus composiciones, pero llama la atención el uso de una frase de una vieja canción francesa (Betti-Hornez, 1947), popularizada entre otros por Louis Armstrong. Difícil saber cómo llegó C'est si bon a la memoria musical de Arroyo, quien la identificaba como tema de los cabarés cubanos. Es lo de menos, cuando esa cita musical encontró su lugar preciso en los estudios Fuentes de Medellín, en el arreglo de Pa'l bailador (Á. González).

La entrevista de McCausland.

Alberto Barros con el productor Juventino Ojito.


miércoles, 24 de junio de 2020

La verdad de Joe Arroyo

El genial Joe Arroyo es fuente de anécdotas musicales muy singulares. La presente demuestra que segundas partes sí pueden ser buenas, aquí entendido como versiones. Vamos a ver. Rebelión, el número insignia de Joe, en verdad es la refundición de El mulato, que estrenó su tocayo Joe Urquijo, en 1978. El cuento es interesante y lo echó el propio Urquijo, cuando murió Arroyo.



Arroyo y Urquijo coincidieron no solo en el nombre artístico

Arroyo tenía guardadas tres composiciones (El mulato, María y Mi cariño no espera), sin visos de usarlas por cuanto no cuadraban bien con el formato de la orquesta de Fruko, su patrón. Se las pasó a Urquijo, con la condición de que, por cuestiones contractuales, figuraran a nombre de la entonces compañera del compositor, Adela Martelo.


En Soy la ley, Urquijo se saltaba las leyes que atan los artistas a una disquera.

En todo caso, Urquijo pegó su versión en el Perú y Arroyo se antojó de hacer lo propio en Colombia. Algo pasó, porque Arroyo se demoró ocho años en batear con su propia Rebelión.
Pero este cuento tiene otra derivación: Jaime Andrés Monsalve señala que el arreglo de Enrique Aguilar, que grabó Urquijo, recuerde el de Plantación adentro. Lo cual reconoce Urquijo, admitiendo que incluso metió un indio en la historia de El mulato.

En fin, dos versiones de una misma inspiración. Pero no pasó solo el tiempo: en la segunda toma, intervino toda la magia creadora de Arroyo, traducida inigualablemente en el arreglo de ese otro grande que es Chelito de Castro.

Ñapa. Esta historia es bien conocida. El añadido es un dato curioso. Hay quienes dicen que Rebelión fue censurada, mochándole las partes que hablan mal de los españoles, supuestamente por orden real. Sería una anécdota maravillosa de esta canción clásica. Sea como fuere, hay que dar vueltas en internet para hallar la versión íntegra, de 6:14. 

Fuente. Cultura, contracultura y recontracultura: Urquijo, el otro Joe

miércoles, 23 de agosto de 2017

Joe Arroyo canta boleros


No debe extrañar a nadie que las dos estrellas que ha dado Colombia a la música latina sean oriundos de la misma región. Nelson Pinedo y Joe Arroyo nacieron en Barranquilla y Cartagena, asomados al mismo Caribe. Pinedo ya es poco conocido, mientras que el culto de Arroyo está en aumento, incluso entre las generaciones posteriores a su gran éxito.


Con John Jairo Murillo (arriba) y Víctor Meléndez.

Salsero con todas las de la ley, según lo que dejó grabado con Fruko; intérprete consumado del folclor y creador de mezclas propias, parece que nadie ha reparado en unos cuantos boleros que vocalizó. De En su salsa (1979): Buenos días, Tristeza, de Ketty Parodi. En el estreno de La Verdad, Acabando conmigo (1981, del propio Arroyo).
La voz: bolero & salsa (1992): Volvió a mentir, de Rodrigo Pérez; Volver a empezar, de Rafael Anillo. Lamentable que no haya grabado más este tipo de repertorio.
No son boleros, pero muestran la ductilidad de su voz: Quiero de nuevo empezar Tu, solo túCantando mi son me muero, ¡Amada, ven!, y un largo etcétera, sin tener que pasar por los temas molidos de su repertorio.