martes, 29 de diciembre de 2015

Vallenato en clave: paseos en salsa

A propósito de la distinción que ha recibido la música vallenata, repasamos unos cantos que han tenido versiones en clave.

Principiando por un número del desaparecido Calixto Ochoa, que le grabó Roberto Roena como Cui Cui, en 1973, vocalizado por Sammy González:

Apollo Sound

Ahora la versión típica de Alfredo Gutiérrez (1971):

Manantial del alma

Del elepé El envenenao, donde consta la composición como un pasebol.
Por un excelente programa faniático, nos enteramos de que a Ismael Rivera le trajo el barco (1972) una composición vallenata:

Dime por qué

Composición de Pedro García (1938-97), con crédito errado en el elepé de Rivera:


Osvaldo Ayala, versionador, a su vez le da el crédito a su colega A. Gutiérrez.
Aquí unas versiones típicas:

Alfredo Gutiérrez

Jorge Oñate-Juancho Rois

El Gran Combo, en 1980, grabó un clásico que hicieran Jorge Oñate y Chiche Martínez (1978, composición de Octavio Daza): 

Oñate

Nido de amor

Otro crédito sin reconocer.
Las citadas son muestras suficientes de que la música vallenata ya era patrimonio, al menos del Caribe.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Celia canta a Colombia

Cuando se cumplen 90 años del nacimiento de Celia Cruz, sale al aire una serie sobre su vida. Aquí algo diremos de sus versiones de música nacional.
Según Ramírez Bedoya, la fama de Burundanga la trajo al país en el 54. El año siguiente vuelve con la Sonora en febrero, seguro para el Carnaval, en una gira que llegó a la capital del país.


Las relaciones de Celia con colombianos habían principiado desde el 52, al menos. Dicho año, Lucho Bermúdez y Matilde Díaz pasaron por la isla. No extraña, pues, que la primera versión sea esta:

Prende la vela

En 1965, con orquesta producida por Vicentico Valdés, grabó una obra de Lucho Bermúdez:

Pila, pilandera



Veinte años después, con Tito Puente, canta el tema de Álex Tovar, ya cantado por B. Moré:

Pachito Eché


Resta otro clásico nacional, de la pluma de Antonio Fuentes, con la misma orquesta, pero anterior:

La múcura

jueves, 3 de diciembre de 2015

Brasil en clave

Nuestra vereda tropical ya ha registrado varias veces mercancía brasileña. En la red, muchas páginas hablan de las fecundas relaciones entre Ibero y Lusoamérica.


Breno Mello y Marpessa Dawn, en Orfeo negro, 1959.

Pues bien, ofrecemos tres muestras:

1. Saudades. 


En 1974, Nelson Cavaquinho grabó, para Odeon, un disco homónimo. Allí viene Quando eu me chamar saudade (c/ Guilherme de Brito), que Elizeth Cardoso registró en el LP Mulata maior.



Sei que amanhã
quando eu morrer
os meus amigos vão dizer
que eu tinha um bom coração.
Alguns até hão de chorar
e querer me homenagear
fazendo de ouro um violão.
Mas depois que o tempo passar
sei que ninguém vai se lembrar
que eu fui embora.
Por isso é que eu penso assim:
se alguém quiser fazer por mim
que faça agora.

Me dê as flores em vida
o carinho, a mão amiga,
para aliviar meus ais.
Depois que eu me chamar saudade
não preciso de vaidade
quero preces e nada mais.


Nótese la atribución errada a Curet.


Roena lo sacó en el 77:

Roena

Como se ve por la letra, es fiel al original, con las adaptaciones necesarias, incorporando solo el coro y el soneo.

2. Carnaval.

En 1959, para el filme Orfeu do CarnavalLuiz Bonfá y Antônio Maria compusieron los sambas Manhã de carnaval y Samba de Orfeu. Del primero, tenemos una versión de la misma cantante:


Elizeth


Manhã tão bonita manhã
de um dia feliz que chegou
o sol no céu surgiu
e em cada cor brilhou
voltou o sonho, então, ao coração.

Depois deste dia feliz
não sei se outro dia haverá
é nossa manhã, tão bela afinal
manhã de carnaval.

Canta o meu coração
a alegria chegou
na manhã tão feliz

deste amor...

En la versión de Palmieri, Quintana solo canta dos estrofas:
Manha de carnaval


De la universalidad de la canción, da testimonio esta muestra:

Perry Como 

3. Flores.

En 1976, Djavan grabó su primer LP, A voz, o violão e a arte de Djavan. Allí venía su composición Flor de lis, que desde entonces no falta en sus presentaciones.


Djavan


Valei-me, deus
é o fim do nosso amor
perdoa, por favor
eu sei que o erro aconteceu
mas não sei o que fez
tudo mudar de vez
onde foi que eu errei?
Eu só sei que amei
que amei, que amei, que amei.

Será talvez
que minha ilusão
foi dar meu coração
com toda força
pra essa moça
me fazer feliz
e o destino não quis
me ver como raiz
de uma flor de lis.

E foi assim que eu vi
nosso amor na poeira, poeira
morto na beleza fria de Maria.

E o meu jardim da vida
ressecou, morreu
do pé que brotou maria
nem margarida nasceu
e o meu jardim da vida
ressecou, morreu
do pé que brotou maria

nem margarida nasceu.


Tjader lo grabó en 1982, con la vocalista Carmen McRae:


No conseguimos la letra, pero puede verse que la versión es libre. Carmen también cantó Bésame mucho; versión francamente opaca. 



lunes, 23 de noviembre de 2015

Calixto Ochoa, africano

Compositor de más de 1200 canciones, grabadas aquí y en el exterior unas cuantas; músico de orquesta y dueño de su propio grupo; coronado tercer Rey Vallenato; pero, principalmente, parte de la memoria colectiva, capítulo música popular: es una síntesis de lo que fue Calixto Ochoa.




Profeta en su tierra.

La carrera de Calixto Ochoa principia con la grabación de su Lirio rojo, en 1957. Otro paso largo dará en la década del 60 cuando, como artista del sello Fuentes, entra en la nómina de Los Corraleros de Majagual, especie de Sonora nacional.


Elenco de lujo, como se lee en este disco.
De esa época, queremos destacar un número costumbrista-picaresco, donde destaca la inocencia del hombre campesino:

El calabacito

En 1970, se le depara la consagración de la carrera, triunfando en el Festival Vallenato sobre su ídolo, Luis Enrique Martínez, a quien imitaba, en sus comienzos como acordeonero.

Profeta en el exterior.

Parece que la primera canción que le grabaron por fuera fue una que Roberto Roena versionó como Cui Cui, en 1973, vocalizado por Sammy González:

Apollo Sound

Ahora la de Alfredo:

Manantial del alma

Mejor fortuna, si cabe, tuvo su rumbón El africano. Las versiones aparecen desde el 83, con Wilfrido:

Wilfrido

Otra versión dominicana:

Las Chicas

Resurrecciones.




Ocurre, a veces, desempolvar una grabación vieja que, de repente, se vuelve éxito. Tal ocurrió con Pirulino. Salido en 1965 con Los Corraleros, conoció un éxito regional. Luego, los Golden Boys lo grabaron en Medellín, versión que al fin alcanzó todo el país. Ahí no paró todo: mucho después, un consagrado actor la volvió a poner en circulación, como una especie de coreografía:

Pedro el Escamoso

Más movido es su tema Miriam, donde usa la palabra "salsa":

Miriam

XXXXXxx

martes, 17 de noviembre de 2015

Achilipú, salsa gitana

Rumbera peninsular.

Estando una vez en Caracas, Dolores Vargas hizo temblar la tierra, luego de su frenético baile. Eso pensaba ella, antes que le aclararan que allí son frecuentes los temblores. Como quiera que sea, la gitana de Barcelona pegó una rumba muy moderna y personal, conocida entre nos como una salsa.



En salsa.

La primera que sepamos, en salsa, es la de El Gran Combo, grabada en el 71:

Andy




El año siguiente, Fruko lo grabó en el álbum A la memoria del muerto:

Píper 

Curiosamente, Fruko grabó otro número del mismo elepé del Combo: Baho Kende:

Andy

Píper 





Al otro lado del Atlántico. 

Esas son las versiones salseras, más bien homogéneas. En España hubo unas curiosas versiones flamencas. Una de ellas, vocalizada por La Terremoto. Su apodo se entenderá en seguida:

Dolores Vargas

Apareció en un disco doble, en 1969, presentado como rumba flamenca. Gran éxito de su carrera, fue canción del verano del 70.




En 1974, otras gitanas volvieron a grabar el tema de Pepe Castellón (guitarrista, a quien Dolores llama, en tv, su "costilla") y Campuzano, en un género llamado gipsy rock:

Las Grecas




Coda. Debemos a Carles Closa la indicación, ahora obvia, de que Achilipú guarda relación directa con Ojos chinos, la pachanga china (Quito Vélez) que grabara El Gran Combo, en 1964. De suerte que la serpiente creativa se muerde la cola...

Ahora, la ñapa: Melody. 

Ñapa dos: flamenco con trompeta: Tócame.

Ñapa tres: Ojitos chinos, por la orquesta de Edmundo Arias. 

Ñapa cuatro: Dolores Vargas dejó una interesante versión de La piragua.



Dolores Vargas, en 1969.EFE.


La Terremoto en Bogotá, El Tiempo: 8-12-1969; p. 36.


sábado, 14 de noviembre de 2015

Ismael Rivera, brasileño

De un interesante programa de salsas brasileñas, presentado por César Pagano, tomamos el capítulo referente al Sonero Mayor. 


El curioso origen de un clásico.

Primero nos referiremos a esa canción que sirve para cerrar los bares: Mi negrita me espera. Adaptación feliz, que muestra las posibilidades que puede haber en una canción más bien corriente. La original trata de un niño que no debe hacer esperar a su madre; la versión, del marido esperado por su mujer. Que sepamos, apareció en 1971, en el álbum Lo último en la avenida, grabado con Kako Bastar. 

Ismael




En el disco, dan el crédito a Carlos Suárez, pianista que conoció el original en Brasil, cuando fuera de gira con Myrta Silva. De allí lo llevó a Puerto Rico, donde lo adaptó con Tite Curet. 




O menino de Braçanã es una tonada de Luiz Vieira (1928) y Arnaldo Passos. Fue su primer éxito, en 1953.  Copiamos la letra: 


É tarde, eu já vou indo
Preciso ir embora
'té amanhã
Mamãe quando eu saí disse:
"Bichinho, não demora em Braçanã"

Se eu demoro mamãezinha tá a me esperar
Pra me castigar
Tá doido, moço, num faço isso não
Vou m'imbora, vou sem medo dessa escuridão
Quem anda com Deus não tem medo de assombração
E eu ando com Jesus Cristo no meu coração

Luiz Vieira

Roberto Paiva



La primera y mejor versión.


Dos años después, con sus Cachimbos, hizo el trabajo Por la maceta, donde trae otro número brasileño: Berimbau. Obra de Baden Powell (música) y Vinícius de Moraes (letra). El dueto brasileño la estrenó en el 1963. Hay una versión posterior, de Celia.




Este es el capítulo Ismael-Brasil: a Puerto Rico le ha traído mucho el barco que viene de tierras cariocas.

jueves, 29 de octubre de 2015

La Familia André: in memoriam Fernando Echavarría

Registramos otra vez la desaparición física de un músico de otra época: Fernando Echavarría. Fundador de La Familia André, con su grupo estuvo sonando en las décadas del 80 y 90.




De ellos hay poca información, entre la que destacamos que eran todos estudiantes de Arquitectura de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (alias "Unfu", rival de la Uasd, mentada por Juan Luis Guerra).
Al parecer, todo salía de la mente de Echavarría: hizo su propia mezcla antillana, que bautizó fusón. En la discografía, de hecho, casi todo es de su autoría.

De modo que hay que pasar de una vez a la música:

Amor, amor, amor

En la misma cuerda romántica, está su primer éxito, dedicado a su esposa Merche:

De oro

Una medio picaresca:

Pato robao

De la canción dice que surgió "de una experiencia personal en 1986, cuando era estudiante universitario. Estábamos con hambre y se nos ocurrió robarnos unos ocho patos para comerlos en el grupo. Aquella travesura, que parecía solo de nosotros los dominicanos, resultó que era similar a la de toda América Latina: en vez de patos, gallinas o pollos".




El conjunto era muy sencillo: cuerdas, ritmo y un sintetizador. Como tantos otros artistas del Caribe, tuvo en Colombia una casa. Asì lo declara en una canción poco conocida:

Caribe

La Familia a veces crecía, acogiendo una sección de vientos:

Dónde e' que e'

Otro infaltable, con nombre de mujer:

Marcela

Pero no todo es amor correspondido:

Teresa

Otra muy fiestera y costumbrista:

Traigo la alegría

De tono jocoso:

Bacán sonero

Un número con toque afro, donde Chichi Peralta rompe los cueros:

Nande

34 años después de su venida al país, vuelve a cantarle a Colombia, en unión de músicos nacionales:

Soy Colombia




*Fernando Echavarría: La Familia André suena a Colombia


miércoles, 9 de septiembre de 2015

Nos fuimos... con Chico Cervantes

Cosas de Chico.





Un conjunto puede grabarse en el recuerdo de sus seguidores por la calidad de sus interpretaciones o de sus ejecutantes, o bien por sus anécdotas. En el caso de Los Corraleros de Majagual, recordamos aquella frase de animación, ¡nos fuimos!, que era una especie de marca de propiedad en las canciones. Chico Cervantes, cantante de la agrupación, era el encargado de hacerla. Se volvió tan universal que, cuando Fuentes quiso prescindir de ella, le devolvieron un disco de Venezuela. Cervantes tuvo que ir al estudio solo para reponerla.

La historia de dicha frase es bien conocida. Mucho menos de lo que debería es la de su cencerro. Chico pasa por un taller de mecánica automotriz, donde hay un arrume de amortiguadores dañados. Por su mente pasa la idea peregrina de tomar el cilindro hueco de uno de ellos, cortarlo a una medida debidamente caprichosa, martillarlo por un extremo, soldarlo y usarlo como instrumento de percusión. 
Le sonó la lata, que figura en los discos corraleros de manera no menos distintiva que su conocida animación. 

La Fania colombiana.

A Chico, magangueleño de nacimiento, se le recuerda por vocalizaciones salseras como Tienes que quererme, de Jesús M. Leal, su paisano. Su llegada a Los Corraleros dependió, según él, de que Alfredo Gutiérrez lo recomendó a Antonio Fuentes.




Fuentes reunió a los mejores músicos del Caribe con el fin de contrarrestar el éxito del guarachero Aníbal Velásquez. Principió juntando a dos de sus artistas, que con Eliseo Herrera formaron la delantera del grupo. En la segunda línea había músicos no menos reconocidos: Lisandro Meza y Fruko, entre otros.

Aunque hoy se les recuerda más por su música sabanera, Los Corraleros hicieron ritmos antillanos. Entre ellos:

Mondongo, donde se oye a César Castro, descargando con su acordeón.

El cheverón

Descarga en acordeón

Ritmo de juventud

Baila mi boogaloo

Perdona mi franqueza, bolero de Cervantes

Nuevo tumbao

Veteotro bolero

No encontramos Mejor que te vayas, bolero de la pluma de Chico Cervantes. Pero el más universal es su Nostalgia campesina.







sábado, 29 de agosto de 2015

Colón brasileño: ¿qué será?

Comenzamos registrando la muerte de alguien, pues acaso tenga que ver con lo que queremos averiguar. En diciembre de 1977 muere la escritora brasileña Clarice Lispector. Poco antes había publicado A hora da estrela, "historia sobre una inocencia conculcada, de una miseria anónima", en palabras de la autora.

Hace un tiempo exploramos las relaciones de Willie Colón con Brasil. Entre sus versiones, descuella la del clásico de Chico Buarque, O que será?, parte de su álbum del 1981, Fantasmas. Hace poco, un melómano ha llamado la atención sobre la introducción recitada por Colón a dicho número.




La cita.

Colón grabó en el 81, el libro es del 77. Según una rápida consulta, Siruela publicó la versión española ese mismo año. Ahora bien, ¿cuándo la conoció nuestro trombonista y por qué?



Es una versión libre de la Dedicatoria del autor. Por el contexto, podría uno decir que le interesó al músico por la preocupación social-comunitaria del asunto. Vean, pues, que Rubén Blades no era el único de Fania que sabía leer...

Inquietud vieja.

Santiago Gamboa, en una columna de 2013, pone en boca del escritor Willie McCoy, en el Juan Sebastián Bar, estas palabras: “Con Oh, qué será, Willie Colón logró algo que ni siquiera Carmen Balcells pudo hacer: vincular a Brasil con el Caribe”Ni más, ni menos. 
El hecho lo conocía la escritora Ana Arzoumanian, y le pasó el dato a la académica Małgorzata Oleszkiewicz-Peralba, quien lo puso, bien puesto, de epígrafe a una reseña de A hora da estrela. Con lo cual cerramos el círculo, por ahora...

miércoles, 12 de agosto de 2015

Oye mi tres nuevayorquino: Quinteto Bloomdido



Como un experimento en su carrera musical, resultó este disco del guitarrista Steve Bloom.
Bloom es músico de academia, conocedor del mundo clásico y del jazz. Con el conjunto Jazz Sabrosón recorrió a América. El Quinteto Bloomdido es, pues, uno de sus experimentos, que consistía en estudiar el tres mediante transcripciones. Y la curiosidad de Bloom no para allí: además de tocarlo, puede convertir una guitarra en tres, pues es lutero (lutier).

El nombre de Bloomdido resulta de un apodo que le pusieron los amigos al guitarrista, a partir de la canción de Charlie Parker.




El disco principia con un clásico, cuya versión es lo mejor del trabajo:

Lo que dice Justi

Viene luego uno menos conocido, firmado por Arsenio Rodríguez, de impecable ejecución:

Me engañastes, Juana

Volviendo al repertorio tradicional, de Matamoros:

Son de la loma

Una pieza que debe de serle grata a Bloom, popularizada por Cachao y el Niño Rivera:

Oye mi tres montuno

Otro bien conocido por la versión de Barreto:

Guararé

Uno muy tradicional también:

A Buena Vista

Para cerrar con broche de oro, la pieza de Charlie Parker:

Bloomdido

En fin, un álbum qué muestra cuánto pueden aportarle los músicos de jazz al mundo musical caribe.



sábado, 8 de agosto de 2015

Billo centenario


Hace cien años nació, en Santo Domingo, Luis María Frómeta. Con Damirón, Chapuseaux y Freddy Coronado formó la Santo Domingo Jazz Band. Combinaba la música con los estudios de Medicina, hasta que se decidió por la primera.
Su primera salida fue a Caracas, donde al grupo le pusieron el nombre de Billo's Happy Boys. No había vuelta atrás, a la isla por lo menos.


Este año de 1940 se tiene por principio de la Billo's Caracas, no obstante lo que dice la prensa.

Desahuciado por los médicos en el 39, siguió trabajando en Venezuela hasta el 58. Salió del país, por fricciones con los músicos locales, con rumbo a Cuba.


Billo cooperó, como médico, en una intentona contra Trujillo, junto con Fidel.
Fuente: Humberto Vázquez, La expedición de Cayo  Confites.


En Cuba.

Allí grabó con Bebo Valdés, principalmente ritmos colombianos. De su estada insular encontramos Suenan los tamboresÑo Eddy y Guaracha en España

Centenario de Billo, 75 años de la orquesta.

Oficialmente, la Billo's Caracas principia su carrera el 31 de agosto de 1940, en el Roof Garden. Sus cantantes han sido: Kuroky Sánchez, Víctor Pérez, Rafa Galindo, Felipe Pirela, Manolo Monterrey, Cheo García, Joe Urdaneta, José L. Rodríguez, Memo Morales y Ely Méndez, entre otros.


Con Chucho Avellanet y Nelson Pinedo.

Como era usual antes, las orquestas interpretaban todo el repertorio caribe. La siguiente muestra da fe de ello:

Llegó Dieguito

El caimán

Yo soy el punto cubano



Tarde gris

Evocación

Las pilanderas

El saxofón



Que me la den entera

Qué lengua más larga

Sucu sucu

Abaniquito de a real



Frente a frente

Casita pequeña

Magdalena

Los algodones



Me enamoro de ella

Que cómo estoy

El emigrante

Don Quijote

Mambo moruno




jueves, 9 de julio de 2015

Dalmar y Cuba



¿Qué puede tener que ver un cachaco autor de bambucos, como Álvaro Dalmar, con esta vereda tropical? 
Pues mucho, en realidad. Dalmar pasó a Nueva York, hacia 1939, donde estudiaría enla escuela Juilliard. Decir NY es decir la capital nórdica del Caribe; decir, además, Juilliard es ya situarse en un punto clave para la historia de la música latina. 


Desde 1905, formando músicos, bailarines y actores: la Juilliard, a secas.

Hay más: allí Dalmar participó en un trío con su paisano Alejandro Giraldo y con la cubana Nina Franco. Dio un recital de guitarra en el Town Hall, sitio donde se presentaran Billie Holiday, Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Sarah Vaughan y Lester Young. Allí tuvo dos conjuntos con su nombre: uno antes de prestar el servicio militar y otro después. En ambos había cubanos. 
Por 1951 compuso canciones que puso a sonar el barítono Carlos Julio Ramírez, como Bésame morenita.

Mas lo que lo pone realmente en el Caribe es un trío de sus canciones que grabó la cubana Kary Infante, con la Sonora Matancera, en 1968.


En primer término, con el Quinteto Dalmar.
Principiemos con un vals joropo:

Una copa

Luego, un bolero ranchero: 

Como tu sombra

Por fin, otro bolero:

Convencido

Hay otras dos canciones deun americano que, a primera vista, no tiene nada que ver con lo tropical: Lalo Schifrin. Un bolero:

Esa noche

Y un bugalú:

La zorra