lunes, 29 de abril de 2019

Pastor López, el ausente

Pastor López está por primera vez ausente, como en su emblemática canción. Es seguramente el indio que se ha hecho más famoso en esta parte de América. Hijo de gayón y de yara y nacido en Barquisimeto, comenzó la vida musical en plena niñez, acompañando a su hermano mayor en dueto de cuatro y guitarra, respectivamente. 



Se ganaban la vida en las calles y lentamente se les abren las puertas de los medios. Con los Hermanos López logra el primer éxito, La venezolana (Bedoya-López); donde también vienen Ni pie ni pisá (Kalaff-López), No niegues a tu hijo (López). En la década de 1970 pasa a trabajar con Nelson Henríquez y de esa junta quedaron La arañita (Henríquez), La hamaca rayá (J. Viloria), La chismosa (W. Salazar) y Playa blanca (Henríquez), donde se deja oír un piano. Ya era un cantante destacado, sin embargo sus patrones lo explotaban. Luego pegó, con Los Tomasinos de Emir Boscán, Caimito (J. Ricardo).
Su primer gran éxito es de la pluma de José Barros, Corazón apasionado, asimismo Las pilanderas. Allí mismo vienen otros números colombianos: Cállate, corazón (A. Lanao; versión de Bobby Valentín) y El cantor de Fonseca (C. Huertas). Le hizo un homenaje a Juancho Polo Valencia (A. Terán). Del centenario Campo Miranda vocalizó Brisas del valle y Mi delirio. Uno de sus clásicos requirió de los retoques del propio artista: le llegó una composición de Walter León en homenaje a Las limeñas; como a Pastor no le sonara, decidió adaptarla a Las caleñas, con tan buen éxito que fue canción de la Feria de Cali de 1979 (según otra versión del cuento). Allí mismo viene la canción que coincide con su nombre artístico, El Indio Pastor (A. Varela).
Con Aníbal Velásquez hizo por lo menos un elepé, de quien cantó El detalle, La modernización (M. Cubiña), No vales nada (D. Páez).


  
Capítulo aparte son las composiciones de Víctor Gutiérrez, girardoteño y creador de Manduco: Golpe con golpe, Amor vendido, Fue por una cerveza, Si yo muero, y de su esposa Heidi González, El hijo ausente.
De Escalona grabó La despedida.
Canciones sueltas: Vallenato internacional, A Cartagena (M. Char), Diosa de la serranía (S. Durán; versión de Los Hermanos Zuleta), La verdad (F. Molina; versión de Alfredo Gutiérrez). Inspiración de Luis Carlos Murillo y Luis Ángel Ramírez, alias El Caballero Gaucho, La tusa fonográfica fue estrenada por Los Coyotes, en 1967.  
A pesar de afirmar que no le quedaba tiempo para componer, suya es A Pereira y La cumbia.  

miércoles, 3 de abril de 2019

Álvaro Dalmar, profeta en Nueva York

Diría el locutor Carlos Melo Salazar que uno llamándose Álvaro Chaparro Bermúdez (1917-99) no pinta para llegar a ningún Pereira. Queremos decir que hizo bien nuestro paisano maestro en tomar el nombre artístico de Álvaro Dalmar, con que alcanzó merecida fama.
Podemos añadir que no fue profeta en su tierra, sino en la Capital del Mundo, donde se han abierto las puertas del éxito a varios coterráneos.


Álvaro Dalmar. Foto: archivo de Berenice Forero.

Latinos en Nueva York.

Esta historia principia, grosso modo, cuando una ley facilita que los puertorriqueños se instalen en tierra firme norteamericana. Ahí se crearán las condiciones para una cultura y un mercado latinos (o anglolatinos, mejor). Un logro que no les corresponde solo a los boricuas, pues en el principio (si se nos permite la irreverencia) fue Xavier Cugat... Al músico hispanocubano y a Hollywood suele atribuirse la inoculación de la fiebre de la rumba en Estados Unidos, por allá en la década de 1930.
Volviendo a Dalmar, llegó a las entrañas del monstruo a seguir su formación musical en la mítica academia Juilliard, de donde se graduó en 1946. Su primera presentación profesional tuvo lugar en el Town Hall, aunque hacía rato sobrevivía con un trío (con Nina Franco y Alejandro Giraldo). No fue el único estudio, pues se menciona un grado en Filosofía por la Universidad de Columbia, en 1948. 


Cristóbal Díaz Ayala ubica las grabaciones dalmarianas en la década de 1950. Este recorte de The Billboard(26-11-1949) retrasa la cronología una década. Aparte, nótese la medio bobadita de competencia en la arena latina...

En una entrevista divulgada por César Pagano, el maestro Dalmar afirmaba que tuvo una época en que su trío gozaba de mayor popularidad que Los Panchos. Buena fortuna que acabó con el reclutamiento de dos de los miembros, situación  que no afectó a los rivales mejicanos [Un reportero de The Billboard, 29-9-1951, esculcando las velloneras de Puerto Rico, hallaba que en una los tríos se repartían así: siete discos de Los Tres Diamantes; Los Panchos y Los Universitarios, dos; Los Antares, Álvaro Dalmar, Los Tres Villalobos, Vegabajeño, América y Los Tres, uno]. 


Dalmar en Puerto Rico. The Billboard.

Otra anécdota suya es haberle compuesto dos canciones a Puerto Rico sin conocer la isla. Todo se debió al deseo de complacer a sus amigos antillanos, entre quienes se contaba el director del sello Spanish Music Center (The Billboard anuncia, en 25-3-1950, que Dalmar y René Hernández han firmado contrato de exclusividad con SMC). Ellas son Orgullosa y Reina del mar (ca 1949).

Perfil de Carlos Ramírez en The Billboard (1944 Year Book).

Tal vez lo más destacado de esa entrevista es lo que tiene que ver con la relación entre Dalmar y Carlos Julio Ramírez. Cuenta el compositor que no conocía al cantante antes que el director de la SMC los presentara. Dalmar, entonces tuvo que enseñarle al lírico el fraseo rítmico del bambuco. Preguntado sobre la oportunidad del cambio de Ramírez de lo lírico a lo popular, Dalmar no duda en afirmar que fue un lamentable error, en vista de que había gente que de Europa iba a Nueva York expresamente a oírlo cantar ópera.



Hablando de cantantes, el maestro echa una anécdota de una noche en que coincidieron en su domicilio los cantantes Carlos Julio Ramírez y Luis Ángel Mera. Un vecino se quejó del escándalo de los colombianos y procedió a llamar a la Policía. Quiso la suerte que entre los uniformados acudiera uno de ancestro irlandés y que Carlos Julio se supiera una canción de aquel país. ¿Y entonces qué pasó? Que los policías salieron de la festiva residencia a las seis de la mañana...
Álvaro Dalmar será siempre el afortunado creador del bambuco Bésame, morenita. De nuestros paisanos, lo vocalizaron Nelson Pinedo, Aníbal Velásquez y Carlos Julio Ramírez. En América, podemos citar las versiones de Aldemaro Romero, Pedro Infante, Arcadio Elías, Pedro FernándezLos Indios, Los Blanco, Paquito Guzmán, Orquesta Puerto Rican PowerPablito y sus Trovadores Paraguayos.