jueves, 22 de junio de 2017

La bien pagá: española y cubana

Ramón Perelló aprendió Humanidades y Latín en un seminario de su natal Murcia. Mas su vocación lo llevó a hacerse letrista del folclor peninsular, para lo cual contó con la colaboración de Juan Mostazo Morales. De la dupla nos interesa el número La bien pagá, que data de la década de 1930 y se conserva en el original de Pastora Soler.
Principiemos por la famosa versión de Miguel de Molina, cantante que había huido a la Argentina en 1942, perseguido en su orientación sexual por el franquismo. La copla, sin embargo, ya se conocía en América, por la película mejicana de Alberto Gout (1948), La bien pagada. Según los créditos, se basa en la novela homónima de El Caballero Audaz, José María Carretero (1920). Allí canta Molina (1:19), sin crédito. 

Versiones latinas.


Bebo y Cigala, en el cuadernillo del CD Lágrimas negras.

Sin ocuparnos en todas las versiones, pasamos a una notable: la que intercala el propio Pedro Almodóvar (1984) en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Hablando de directores de cine, otro relacionado con la copla que venimos reseñando es Fernando Trueba. De su interés en la música latina ha dejado varias muestras. Una de ellas lo llevó a unir el cante peninsular con lo mejor de la pianística cubana: Bebo Valdés y El Cigala, en una grabación antológica que trae, por supuesto, La bien pagá. La toma es de septiembre de 2002, poco antes que Bebo cumpliera 84 años. El álbum ganó el Grammy latino de 2004, en la categoría Mejor álbum tropical tradicional. 




Trueba dio en el ensamble perfecto, pero ya había versiones latinas. Alguien dijo que el guaguancó resultó cuando un negro cubano quiso cantar flamenco. Esta podría ser la prueba: Papín y sus Rumberos
Hay más: Sonora PonceñaJohnny SedesEl Combo de las EstrellasBlacio Jr. y su OrquestaJose Miguel Class ‎- Trio Los Supremos y Chavela Vargas.

Billboard, 29-5-2004.

Un puñao de parné es una cantidad de dinero. Payo es palabra para referirse a quien no es gitano.

lunes, 12 de junio de 2017

Daniel Santos, independentista

En la extensa serie sobre la Feria de Cali, César Pagano contó una anécdota de Daniel Santos. Ocurrió en los Juegos Panamericanos de 1971, en Cali precisamente. En la premiación de los deportistas puertorriqueños izaron la bandera de ellos y la gringa, que ondeaba más alto que la isleña. Ahí fue Troya: Santos se propuso arriar la bandera extranjera y lo consiguió. La anécdota pinta perfectamente a El Jefe en su modo de pensar. 




La familia Santos fue de las de la primera época de la migración a Nueva York. Allí Daniel cursó la secundaria y se inició en el canto. Vuelve a la islapor breve espacio, donde conoce al independentista Pedro Albizu Campos. Vuelto a la Capital del Mundo, conoce a otro Pedro que le permite arrancar en serio su carrera: Flores, con cuyo cuarteto graba Qué te pasa. La Segunda Guerra Mundial no lo pilló allí, sino ya de cantante de la orquesta de Xavier Cugat. Resulta, pues, en otra isla, pero del archipiélago de Hawái, entreteniendo a las tropas. Acabada la guerra, vagabundea por el Caribe un par de años hasta que da en Cuba con la Sonora Matancera. Y siguen sus andanzas, que no son objeto de esta nota. 


Volviendo, el pensamiento independentista (político, en general) del cantante se manifiesta desde Sierra Maestra, himno de la Revolución que escribió, según el autor, porque le "salió de los cojones". Mi credo Soldados de la patria Sin bandera, de Pedro Flores; Yo quisiera una banderaHimno y banderaGloria incompletaLevanta, BorinquenMi patria es mi vidaDespierta, dominicano, en que expresa su anhelo de "himno bandera y honor"; lo mismo en Ayúdame, cubanoPatria y frontera. Una auténtica curiosidad, una arenga, en que apostrofa a tres líderes del Partido Independentista Puertorriqueño: Rubén Berríos, Antonio González y Juan Mari Bras, Los tres mosqueterosOjo, boricua. Un bolero de denuncia, La Masacre de Ponce 
También hay guarachas, como Yankee, Go HomePobre jibaritoLiberaciónIndependentista; una plena, Viva mi banderaLa revolución



Joseán Ramos, el mejor conocedor del Anacobero, ha dicho en una entrevista que él hizo más que componer canciones patrióticas: hay documentos que prueban un más extenso compromiso ideológico con la causa. Otro hecho notable es el olvido que le mereció en su patria esta ideología. Se quejaba El Jefe de no ser para los puertorriqueños lo que Pedro Vargas para los mejicanos.
Lectura adicional: Daniel Santos, el revolucionario.

Billboard, 25-2-1950: nótense los dos errorcitos...