viernes, 28 de junio de 2024
Todos vuelven: el vals peruano en su salsa
viernes, 26 de febrero de 2021
Rubén Blades, panameño
No es coincidencia que alguien que cante lo latinoamericano se haya criado en una región fronteriza, como Rubén Blades. Una frontera artificial, creada por el hecho técnico e histórico de la construcción del canal de Panamá y la consiguiente zona de soberanía extranjera. El 9 de enero de 1964, la tensión social rompió las esclusas por la negativa de izar allí la bandera panameña a tiempo con la norteamericana. El saldo fue disturbios, violencia e impunidad.
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Izada de banderas en la Zona del Canal. Foto: Panama Canal Commission - University of Florida Digital Collections. |
El joven Rubén Blades (nacido el 16 de julio de 1948) escribió una poesía a esa jornada, 9 de enero, que le grabaron Bush y sus Magníficos. Hecho importante por varios respectos: el escritor confirma el valor de sus creaciones, pero también adquiere conciencia política de la situación de su pueblo. Afirma Blades que las posibilidades de la denuncia social en la música popular las había oído en Jongo Trio: el trío instrumental y vocal paulista, conformado por Cido Bianchi (piano), Sabá (contrabajo) y Toninho Pinheiro (batería), apenas se estrenaría en 1965, interpretando O menino das laranjas (Théo de Barros) y otras canciones. Otra referencia que da de este tipo de composiciones, también brasileña, son los hermanos Marcos y Paulo Sérgio Valle, que estrenaron (también en 1965) las canciones Preciso aprender a ser só y Terra de ninguém, esta última en compañía de Elis Regina, éxito fulminante. Anel Sanders, músico del Conjunto Latino de Papi Arosemena, puso al joven Blades al día con la movida musical brasileña. La primera composición política de Blades nació hacia 1965 y se grabó unos dos años después.
No obstante el estreno promisorio en el campo musical, las ganas de superación profesional se imponían sobre la vocación artística: Blades sería el primero de la familia en ganar un título universitario. Pero si la vida se abre camino, según el dicho científico, las musas parecen también allanar los suyos cuando quieren seducir alguno: Blades fue llamado a hacer unos coros para Bush y sus Magníficos, y casualmente coincidió en el estudio con el productor Pancho Cristal. Al oírlo cantar en la prueba de sonido, decidió recomendarlo en Nueva York. Menos claro resulta por qué Blades viajó a la Capital del Mundo llevando además una recomendación de Miguelito Valdés.
Este capítulo se cierra con Rubén Blades cantando su 9 de enero, esta vez con ocasión de la devolución del Canal a Panamá, el 31 de diciembre de 1999 (audio).
Esta y otras historias contó el propio Rubén Blades, en entrevista que concedió a Mábel Lara.
jueves, 11 de junio de 2020
Camilo Manrique o los indios en la obra de Tite Curet
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Blades, Curet y Feliciano, en una celebración nacional del compositor. |
"La plantación, crisol de la sociedad antillana" es un breve cuanto interesante artículo del historiador cubano Manuel Moreno Fraginals (1920-2001), que nos responde la cuestión de sí Camilo Manrique pudo estar donde lo puso a morir Tite Curet, con una frase lapidaria: "La barbarie colonial liquidó la base indígena y por eso los aborígenes no pasaron a integrar las plantaciones". Caso cerrado.
Una pifia inexplicable, pues Curet estudió Periodismo y Sociología. Para que no quede mala impresión del compositor, no puede omitirse que su Anacaona sí es rigurosamente histórica, como su muerte a manos de españoles*. Otro personaje indígena de Curet, mucho menos conocido, es Caonabo (caona es la palabra taína para "oro"), el viudo de Anacaona. El propio autor la vocalizó y parece que se arrepintió...
Las razones de un compositor.
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Fuente: Museo Anacaona. |
Curet sí fue consciente del anacronismo de Plantación adentro, según se ve por una respuesta que dio en una entrevista:
Yo personalmente, como autor, creo que los autores somos responsables de la problemática de nuestro tiempo. Por eso "Plantación adentro" pinta un problema que no es puertorriqueño, es un problema quizá, yo diría, un tanto amazónico, tal vez.
El caso de Anacaona es más curioso, pues Curet afirmó haberla hecho sin conocer la historia verdadera**; entonces se motivó a dedicarle un canto a su esposo, el mencionado Caonabo. Allí hay de nuevo anacronismo, pues
la viuda fue ella, que murió en 1503: él había muerto en 1496.
Concluimos que las composiciones de Tite Curet son libres, con algún asidero histórico pero donde gobierna su imaginación.
Ñapa. Recordamos aquí otro jefe taíno, Agüeybaná, quien murió en rebelión, en 1511. Frankie Rodríguez le dedico su Agüeybaná Zemí, (hay otros dos homenajes a su memoria).
Bibliografía.
Moreno, M. (1981). La plantación, crisol de la sociedad antillana. El Correo de la Unesco: una ventana abierta sobre el mundo, 12, 10-14, En línea.
*Saunders, N. (2005). The Peoples of the Caribbean: An Encyclopedia of Archaeology and Traditional Culture. En línea.
**Zambrano, W. (2018). El país en clave de mujer: el areíto de Anacaona que inmortalizó Cheo Feliciano. En línea.
viernes, 22 de mayo de 2020
Tiburones en el Caribe: la canción política de Rubén Blades
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Época feliz en que ambos daban palo al Tiburón: luego Colón ha dado palo a Blades por varios motivos. |
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Palo son es la etiqueta que lleva la canción de Formell. |
lunes, 11 de mayo de 2020
Música y literatura en la obra de Rubén Blades
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Un disco muy bueno con el que no pasó nada: Blades escribió nueve de diez canciones, en un estreno musical envidiable. |
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Decisiones, el tema más comercial del álbum, es otra de las cumbres de Blades. |
jueves, 5 de octubre de 2017
Salvador Cuevas halando las cuatro cuerdas
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Con Willie Colón, en 1989. Foto: Silvio H. Alava. Cuevas fue de los primeros en manejar el bajo guitarra en la salsa. |
De sus declaraciones llama la atención la modestia del personaje: afirma que, para no aburrirse siguiendo el patrón de bajo corriente, comenzó a experimentar, manteniéndose eso sí dentro de los límites de la clave. Cuenta, asimismo, que se atrevía a acercarse a la sección de metales, ver los papeles y comenzar a seguirlos con las cuerdas. Usaba, además, técnicas de otros géneros como el slap y el glisando. No paraba allí: de lo musical pasaba al show, bailando con el público y llegando al exceso, muy rock star, de destrozar un bajo por concierto.
Quiso su buena suerte que su canción más representativa sea el primer corte de un ábum clásico en la historia del género: Plástico (Blades).
Tocó con medio mundo, así que de nuevo nos guiamos por la selección de Pagano:
Ojos (Ortiz); Plantación adentro (Curet), Buscando guayaba (Blades), Tiempo pa matar (Colón), Julia (Colón), Celo (Tim Maia), Mi sueño (Da Vila), La fiesta (Blades), Descarga a Cuba.
Tumbao africano (Barreto). Colombia, te canto (Palmieri), A mí no me engañan (T. Guerra). El álbum Just Like Magic, de Latin Percussion Jazz Ensemble (con Eddie Martínez); Berimbau (no de Curet, como pone el disco, sino de Powell-Moraes); Amor soñado (Nogueras); Carnaval (Buarque), Gitana (Manzanita); Samba All Day Long (Dalto), Groovin' High (Gillespie). Ilê Pérola Negra.
Para cerrar con broche de oro, una descarga con tres grandes de la música latina: Picadillo (Puente).
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Foto: Facebook. |
Ñapa: Petrit Baquero ha dado un dato del alcance del influjo de Salvador Cuevas en Colombia. No en la salsa nacional, sino en el vallenato: José Vásquez, bajista del Binomio de Oro, reconoce haberle seguido los pasos, en los discos de Willie Colón. El ejemplo de ello es La candelosa (I. Romero).
lunes, 18 de septiembre de 2017
Buscando América y un mártir en la salsa
En El padre Antonio, Blades recrea la figura de Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado en la guerra civil de su país (24-3-1980). Su causa de canonización principió en 1990. Luego pasó a la Congregación para la doctrina de la fe, en cabeza del entonces cardenal Ratzinger (2000) para que examinara la ortodoxia de sus escritos. Aprobadas las etapas del proceso, parecía haber cierto bloqueo a la canonización, al menos hasta el actual pontificado, cuya aprobación fue manifiesta. En 2015, al fin, Romero fue recibido entre los mártires de la Iglesia.
Radio Uruguay le dedicó un programa al arzobispo y a su canción, el 30 de marzo de 2015. En la segunda parte, interviene José Arteaga, hablando sobre la obra de Blades.
Ñapa: una versión anterior, 1982, de Todos vuelven.