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domingo, 8 de octubre de 2017

Chico O'Farrill, pionero del jazz latino

A fines de 1948, parece, Chico O'Farrill llevó a Norman Granz al Birdland a oír la orquesta de Machito. Esa velada dejó huella en la historia fonográfica de la música latina. El cubano había llegado a Nueva York ese mismo año y había tomado lecciones en la famosa academia Juilliard. Sus primeros arreglos conocidos son Undercurrent Blues para Benny Goodman y Cuban Episode para Stan Kenton. Apunta Díaz Ayala que su caso puede ser único: llegar al jazz afrocubano partiendo no de lo cubano, sino del jazz.

Afirmó que su instrumento era la orquesta, pero antes de dirigir fue trompetista.
Carátula del EP Chico Latino Dance Session.

Al servicio de Granz.

Granz quedó encantado con lo que oyó en Birdland, al punto de que llevó a Charlie Parker a un ensayo de la banda en el Palladium. El recién llegado se ensambló perfectamente al grupo, con la consecuencia natural de que lo hicieran luego en el estudio de grabación, junto con Flip Phillips. El 20-12-48, registraron No Noise (J. Bartee), Mango mangüé (G. Valdez) y Bucabu (Machito).


Para Machito, el dueño de estos recuerdos, grabar con Parker fue uno de los hitos de su carrera. Fuera del estudio vuelven a encontrarse en un concierto del Carnegie Hall, el 11-2-1949. 

O'Farrill vuelve a esta historia cuando le graban su Afro-Cuban Jazz Suite, el 21-12-1950. La suite tendrá segunda parte, menos conocida por no contar con la presencia de Parker y Phillips. Para la orquesta de Gillespie arregla The Manteca Suite (Pozo-Gillespie-Fuller).
La relación con Granz dura hasta 1955, luego de seis producciones discográficas, cuando este no le permite romper su contrato para aceptar uno nuevo con Capitol Records. Esta disquera quería poner a O'Farrill como competencia de Pérez Prado, de la rival RCA. Decepcionado por la oportunidad perdida, vuelve a La Habana, de paso, y luego sale para Méjico. Allí hará carrera por ocho años, componiendo y arreglando para Art Farmer The Aztec Suite (1959).

Un New Yorker

En 1967, le llega la hora de volver a los Estados Unidos. En su dilatada carrera de arreglista, alcanzó un punto alto cuando escribió para Machito y Gillespie, juntos en una sesión de 1975. Luego de eso, se dedicó principalmente a la música para televisión.


Álbum de 1953, para Clef Records.

De sus composiciones y arreglos mencionamos los siguientes: Jatp Mambo, Havana Special, Cuban Blues, Avocadoes, Disappearance, Contraste (Gillespie-O'Farrill), Jungla (Gillespie-O'Farrill), Rhumba Finale (Gillespie-O'Farrill), The Peanut Vendor (Simóns), Oye mi ritmo. Hey, Lolita. Spanish Rice (Terry-O'Farrill), Contigo en la distanciaDelirio (Portillo), Tres palabras (Farrés). Llora timbero (Rodríguez), Trumpets Fiesta (O'Farrill), Procrastination, Tenderly (Lawrence-Gross), En la oscuridad (Solano), Guaguasi, Pure Emotion, Trumpet Fantasy, Crazy City (...But I Love It), Havana Blues, Astronaut Special, Rumbonsito, Pianarabatíbiri (O'Farrill), Madrid (Lara), Carambola (Gillespie-O'Farrill), Bahía (Barroso), Voodoo Moon (Blanco-Sunshine-Morales), Siboney (Lecuona), Almendra (Valdés), Tin tin deo (Pozo-Fuller), Freezelandia (Beque), Carioca (Youmans-Kahn-Eliscu).

En concepto de O'Farrill, el influjo de sus trabajos de jazz latino con Granz alcanzó sobre todo a los músicos, no tanto al público general.
Otro concepto suyo, sobre la mezcla de jazz y música afrocubana: "a very delicate marriage. You can't go too much one way or the other. It has to be a blend. But you have to be careful with how different styles come together. Otherwise music labeled Latin jazz could end up being like Glenn Miller with maracas, or Benny Goodman with congas. Latin jazz is much deeper than that''.     

Fuentes: 

Norman Granz: The Man Who Used Jazz for Justicepor Tad Hershorn. University of California Press, 2011. En línea.
Obituario, por Ben Ratliff.

sábado, 11 de febrero de 2017

Nagüe y asere: provincialismos cubanos

La respuesta a una pregunta nos lleva a investigaciones lingüísticas y musicales. Se trataba de la isleña expresión "¡asere, qué bolá!", cuyo sentido, en español general, es "¡amigo, qué hay!". La inquietud versaba sobre la palabra 'asere'", sustantivo equivalente a 'amigo', como ya se dijo.

Nagüe o asere, musicalmente.




La frase copiada nos lleva a recordar el título de una canción cubana, de circulación en la radio universitaria y en los buenos bares capitalinos. Su título, ¡Dime, nagüe, qué bolá!, en ritmo de nengón (2001): Los Universales del Son.




No por obvia dejamos pasar la conclusión lingüística: 'asere' y 'nagüe' son sinónimos. Ya entrados en nagües, viénese a la mente el primer nagüe que fue éxito. Nos remontamos entonces a tiempos y personajes míticos: Chano Pozo compone Nagüe para que su paisano Machito lo consagrara en el repertorio latino, en la década de 1940, por duplicado: 



A título de curiosidad, copiamos la letra con su versión inglesa:

Tomado de Ned Sublette, Cuba and its music: from the first drum to mambo.


Chano Pozo practicaba la religión abacuá y, con mucha lógica, la palabra "nagüe" es del mismo origen (Castro). "Asere", "nagüe" y "¡qué bolá!" son palabras yorubas, del culto abacuá o ñáñigo, tradiciones provenientes de la región africana de Calabar (Nigeria), que da nombre a la etnia carabalí (Henken).
Hay más: parece tratarse del tradicional conflicto entre habaneros y orientales, por lo cual aquellos usan "nagüe" para referirse despectivamente a estos (Bodenheimer). No nos metemos en esas honduras, porque la cuestión tiene sus bemoles.


¡Asere, de todos modos nos vamos a extinguir! Fuente: Verbiclara.


Fuentes:

Ned Sublette, Cuba and its music: from the first drum to mambo
Abel Castro Figueroa. Quo vadis, Cuba? Religión y Revolución. 
Ted Henken. Cuba: A Global Studies Handbook. 
Rebecca Bodenheimer. Geographies of Cubanidad etc


martes, 27 de diciembre de 2016

Doc Cheatham: afroíndio en su salsa

Cuenta la anécdota que Machito despidió a este veterano trompetista, por el simple hecho de no poder con la clave. Sea de ello lo que fuere, aquí vamos a exponer los datos comprobables que allegamos del poco conocido Adolphus Anthony Cheatham (1905-97), principalmente sobre su carrera en la música latina.


Dos días antes de su muerte, a los 91, estuvo tocando en un club.
Foto: David Katzenstein.

Principió con el saxofón, pero se dedicó a la trompeta desde su periodo de Chicago (1926), cuando conoció a Louis Armstrong. Afortunado cambio, pues los trompetistas gozaron de gran demanda en la década de 1930, boga de las big bands. Estuvo con Webb, Calloway, entre otros. A propósito, Mario Bauzá lo remplazó en la orquesta de Calloway.
La escena cambió: llegó el bebop y Doc se retiró, un tiempito. Montó escuela, donde vino a matricularse Marcelino Guerra, en 1945. El discípulo bregó con la trompeta, hasta que el tutor le recomendó cambiar de instrumento.
Volvió a la tarima... con orquestas latinas. Según The Biographical Encyclopedia of Jazz, estuvo de gira en Francia con Marcelino Guerra (1950); luego, con Pérez Prado en Buenos Aires (1952). 
Que sepamos, esta pieza es muestra de su trabajo con Pérez Prado (1956):

Perdido



Con Machito, en Japón, haciendo solos con Chocolate.

También formó con Machito. Aquí se le oye en una composición de Bauzá y Hernández (1957): 

Holiday 

En Japón, con Chocolate Armenteros y Bauzá: 

Fantasía cubana 


Rickie, como lo llamaban los periódicos quilleros en 1968. Fuente: Herencia Latina.

Cheatham era zambo y cuenta Bobby Cruz que llegó a su orquesta sesentón. Era el remplazo de Víctor Paz, contactado por medio de Pedro Rafael Chaparro. De suerte que Bobby subestimó al viejo, hasta que lo oyó pitar: confiesa que, atraído por el solo que estaba tocando, se volvió a observarlo, olvidándose de lo que estaba cantando. Añade que los solos de Doc los transcriben para estudiarlos. Luego no es una exageración el homenaje que le tributaron (1966): 

Mr. Trumpet Man

Sin embargo, los oyentes nos sabemos mejor este (1967):

Richie's Jala Jala 

Aquí, en un clásico instrumental, junto con Ray: 

Suite Noro Morales 


Foto. Cortesía de David Cantrell.

En una compilación de artistas de Tico y Alegre, cruz lo presenta como segunda trompeta solista:

Descarga n. 1 

En la parte complementaria, no se identifica el trompetista: 

Descarga n. 2 

Por estas calendas (1971), participa en un elepé de Chaparro, quien lo presento con Richie.

Tiempo después, vuelve a formar con Richie en los trabajos Pinturas (1981); Back to Back (1982), donde se le aprecia en Nabucodonosor y Caridad.

Esta es la trayectoria, más o menos, de un músico particular. No solo por vivir musicalmente todo el siglo veinte, sino por llegar a la cima cuando los trompetistas ya están retirados.

Rarezas.

En 1961, participó en un curioso álbum de temas judíos en versión latina. Figuran en el personal de esa grabación músicos como Charlie Palmieri y Ray Barretto; en las trompetas, Clark Terry y Lou Oles. Como botones de muestra, un chachachá:

Havah Nagilah

Y un merengue:

Freilach-a-nacht

En San Sebastián, 1994. Foto: José Horna.




lunes, 17 de octubre de 2016

El Grammy y el declive de la salsa

Tradicionalmente se ha culpado del declive de la salsa a una orquesta y a un disco. El investigador Max Salazar, en entrevista concedida a César Pagano, señala una causa que apunta en otra dirección: la de los grandes intereses comerciales.




Efectos secundarios de un Grammy latino.

El 23 de febrero de 1983 se celebró la 25 entrega de los Premios Grammy, en reconocimiento de los logros musicales del año anterior.
En la categoría Best Latin Recording, los nominados eran de lujo:

Canciones del solar de los aburridos, por Colón y Blades
Escenas de amor, por José Feliciano
Machito and His Salsa Big Band '82, por Machito
Momentos, por Julio Iglesias
Rhythm of Life, por Ray Barreto


Billboard, 22-1-1983; p. 4.


La revista Billboard destacaba un hecho histórico: por primera vez un sello, Columbia, tenía tres nominados para mejor grabación del año. Antes, en 1980, el sello había tenido tripleta, pero para mejor álbum.

En fin, el ganador de la categoría fue:

Machito


La revista se extiende en el comentario de los nominados a las categorías principales. De los latinos, es sucinta:


Una lista más representativa que antes,
cuando se tendía a títulos de fusión o jazz latino.

Hasta aquí nada raro. Max Salazar indica, sin embargo, que la disquera Columbia, propiedad de una embotelladora mundialmente conocida, se resintió del resultado. De resultas de ello, el grupo económico a que pertenecía mandó promover la música balada en las emisoras de Nueva York, presionando con la pauta. La salsa quedó reducida, según Salazar, a una o dos canciones por hora de programación.

Así pues, el ocaso de la salsa en la Capital del Mundo pudo obedecer no a razones internas -alias "salsa romántica"-, sino a los intereses comerciales de un grupo.
El público, recuerda Salazar, no se amañó con el nuevo género; de suerte que, luego de un lustro de exilio, la salsa volvió por sus fueros...

Coda.


En las vocales, Ray de la Paz, famoso por su presunta culpa
en el declive de la salsa.. Oyéndolo, uno saca sus propias conclusiones.


Ya se dijo que los nominados eran de lujo. Empecemos por Barreto, cuyo trabajo trae cortes muy interesantes. Uno muy salsero:

Indiferencia

Una inesperada versión de Agustín Lara:

Granada

Para matizar, un bolero de Pedro Flores:

Si no eres tú

El trabajo apareció en 1981.

Del elepé de la dupla Colón-Blades destacamos varios. Un número político, cuya autoría es obvia:

Tiburón

Repite Blades, con un clásico donde lo pongan (seguro han reparado en la calidad de los soneos):

Te están buncando

Un aire brasileño, autoría de los cubanos Piloto y Vera:

Y deja

Y no seguimos, pues copiaríamos todo el álbum, y ese no es el tema.




Entre los nominados también figuran exponentes de la onda pop. El genial José Feliciano aporta una curiosa versión con letra:

Samba pa ti

Uno puede concluir, en sana lógica, que el premio concedido a Machito se entiende por su trayectoria e importancia histórica, en vista de la competencia.




miércoles, 27 de julio de 2016

Chocolate Armenteros

Foto: Christian Rose, 1995.

Cumpliendo con la tendencia cubana, Alfredo Chocolate Armenteros superó fácilmente la cifra de los ochenta almanaques. Una vez dijo que quería ser recordado como el que más tocó y más gozó. No vamos a llevarle la contraria, si bien recordaremos apenas algo de sus seis décadas soplando... 
Larga carrera en que cumplió varios sueños, como fueron tocar con Arsenio y dirigir "la mejor orquesta bailable de Cuba", la de su primo Beny Moré. Todo comenzó en la escuelita de don Eduardo Egües, compartiendo lecciones con su hijo, Richard Egües*.


Arsenio Rodríguez and the Transnational

Flows of Latin Popular Musicpor David García.


Prefiere el son.

Vino para La Habana con la comparsa cienfueguera Melodías de Iromber, marca de un popular refresco. Su primera grabación fue con el conjunto de René Álvarez, cantante de Arsenio (1949): 

Para la niña y para la señoraPalo cagüeirán

Con el conjunto de Arsenio Rodríguez (2-8-49), una enigmática composición del propio Chocolate: Me boté de guaño. Tumba y bongó da el interesante dato de que fue el "nuevo ritmo" donde se juntaron la conga y el bongó.

En la década del 50,  un bolero de Luis Marquetti (1945): Deuda. Con la orquesta de Bebo Valdés grabó Yo no quiero piedra en mi camino e Imágenes.


My Sax Life: A Memoirpor Paquito D'Rivera.


Con la orquesta de Beny Moré, la mejor de su tiempo, (1953-7) hay varias trompetas, entre ellas la primera de Chocolate: Maracaibo oriental, Soy tan feliz, del propio Beny.

Estuvo en la orquesta que acompañó a Nat King Cole (1958). Composición de Consuelo Velázquez: 

Cachito


Con la bigbán de Machito, descargando en otro mundo (1962): 

Fantasía cubana


Pioneros en Oriente.

En el 63, con Mongo: 

Qué lindas son

En el 65, con Larry Harlow: 

María la O

El año siguiente, en el segundo trabajo de Harlow, un son de Bienvenido Gutiérrez: 

Tú no lo creas

En el 70, con Palmieri: 

Bilongo


Con el pianista, conversando: 


Chocolate Ice Cream



Haciendo salsa con Javier Vázquez, en un número obligado en los bares (del propio pianista, 74; la otra trompeta es de Ramón Aracena): 

Síguelo 


Otro clásico salsero, con El Sonero Mayor (74): 

El Nazareno


Y un bolerito:


Lágrimas puras


En el 75, puede decirse que principia su carrera como líder,sin dejar de colaborar en ensambles. 

Con el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino, del que Chocolate fue fundador: 


Choco's guajira


Repite Chocolate, con sus amigos:


Trompeta 'n cuero


En el 75, de líder, un bolero de Javier Vázquez: 

Estoy enamorado


Un bolero más versionado, de Cristóbal Doval:

Comprensión


Experimentando con sonido anglo: 

Hot Chocolate


En la misma vena, pero con Cachao, en el 77:



Los dos Palmieris, Aguabella y otros maestros.

De vuelta con Palmieri, en el 78, hace un número que aquí no se ha agradecido como debiera: 


Colombia, te canto


Foto: Chema García M., mediados de los ochenta.


En la década del 80, al frente de un grupo: 

Chocolate sabroso


Con su sexteto (84), un paseo vallenato soneado (de Esteban Montaño, grabada por lo Zuleta en el 82): 

Por ella


En una composición propia:


Linda guajira


Y un bolero de Silvio Cebrián: 


Imelda


De nuevo con Cachao, en el 93:  


El son no ha muerto


En la segunda parte de las Master Sessions: 


Romántica mujer


Con el refuerzo de Rolando Laserie: 


El guapachoso


En el 98, con el clásico de don Miguel Matamoros: 

Lágrimas negras 


Cambiando de milenio, figura destacadamente en la compilación Putumayo Presents: Latin Jazz:


Nosotros también preferimos el son...


Music from Cuba: Mongo Santamaría, Chocolate Armenteros, and Cuban Musicianspor Charley Gerard. 

domingo, 19 de junio de 2016

Carlos Vidal, pionero de la conga

Otro capítulo sobre congueros cubanos: Carlos Vidal Bolado.




Con o sin conga.

La conga, por extraño que nos parezca, no era parte de la sección de ritmo. Su presencia se asociaba con el ámbito de los rumberos o con el baile de la conga. Su inserción, pues, en dicha sección es la primera victoria del instrumento. Los conocedores, hasta ahora, se la atribuyen a un director de orquesta y a un intérprete: aquel es el famoso Machito; este, Carlos Vidal.

Matancero de nacimiento (1914), pasa rápido a la capital isleña, para ir a parar a la Capital del Mundo, hacia 1943. Rosa Marquetti lo ubica allí con el cuarteto de Pablito y Lilón (dos bailarines, dos percusionistas), The Four Cuban Diamonds


The Billboard, 15-5-43.
Grabó con José Curbelo Que no, que no, El rey del mambo, al parecer sin dejar a Machito, en 1946. La orquesta de Francisco Grillo, junto con la de Noro Morales, había cobrado importancia entonces, por la mezcla de elementos latinos y del jazz. Es más: la prensa afirmaba que de allí el swing estaba tomando su toque latino, en un proceso que se remontaba a piezas como Caravan (Tizol-Ellington).
En todo caso, Vidal es el conguero de Machito*, hasta fines del 48. Dato clave, pues el cubano invita a grabar músicos del jazz, así como estos le piden prestada su sección de ritmo. Prueba de ello es una versión de El manisero (6-12-1947): 

The Peanut Vendor
Mangual, Machito y Vidal.
Foto: William P. Gottlieb Collection.


En el timbal, se oye José Mangual; en los bongoes, Jack Costanzo. De la misma sesión es:

Cuban Carnival

Bongo Man, Jack Costanzo.
Foto: William P. Gottlieb Collection.

Al principio, óyese la guitarra de otro latino: Laurindo Almeida. A propósito, recuérdese que, a principios del 47, Kenton tributó un homenaje a su colega Grillo, donde se oyen maracas: 

Machito

El 21 de diciembre, Vidal y Machito figuran en otro par de temas:

Journey To Brazil

Junto con Introduction to a Latin Rhythm



De febrero del 47 son unas grabaciones de percusión cubana, aparecidas sin embargo en 1949, cuando había muerto uno de los intérpretes: el mítico Chano Pozo. La producción se llamó Ritmo afrocubano 1-4 (Pozo; 5-8, Vidal), participando además Vidal y Mangual:   

Ritmo afrocubano 1-8


Reseña de Billboard (26-11-49). "Los discos recrean el misticismo
y crudo entusiasmo que se les atribuyen a los rituales vudú".
Más abajo, "material exótico".

Total, Vidal deja a Machito, a fines del 48, para irse con Miguelito. 
Ya en 1949, lo topamos con la orquesta del pianista Tadd Dameron:

Sid's Delight

Casbah

En estos dos números, el bongó está en manos de Diego Iborra. La misma fórmula trabaja para Dave Lambert. Vaya una muestra de la sesión:

Hawaiian War Chant- Always

Con Stan Getz:

Skull Buster

Ante Room

Poop Deck

Pennies from Heaven

Luego, con el septeto de Charlie Parker: 

Cardboard

Visa

En agosto, graba con el saxofonista Charlie Barnet:

Pan Americana


Con Mongo Santamaría, Modesto Durán y Fco. Aguabella.

Volviendo a Vidal, tal vez su participación más destacada con Kenton tuvo lugar en febrero del 50, donde canta y toca un arreglo de su paisano Chico O'Farrill:

Cuban Episode

No volverán a oírse congas en la orquesta de Kenton hasta que le llegue el turno a Cándido Camero, en la sesión de 2-3 de marzo de 1954.

En la otra costa.




Prosiguiendo su carrera, Vidal se separa de Kenton para radicarse en Los Ángeles. Su primer registro allí es de 31-10 y 1-11 junto a la Johnny Richards' Orchestra (invitado Dizzy Gillespie).
Uno de los cortes es un canto espiritual negro, donde llama la atención el ritmo de clave:

Swing Low, Sweet Chariot

Allí se vincula al grupo de planta del Lighthouse Café, es decir, el Lighthouse All-Stars. El bongosero es el ya mentado Jack Costanzo (22-7-52):

Viva Zapata!



Allí cerca, en Hollywood, aparece brevemente en una película musical, con Pérez Prado.


Cha Cha Cha Boom, 1956. Varias cosas: los cubanos parecen mejicanos;
Vidal sale aquí y en otra toma, no más; no obstante el título, hay más mambo que chachachá.

En la película tocan parte de la Voodoo Suite, grabada por el matancero el año anterior.
Del 56 es un álbum suyo en solitario, Congo Drums, sin muestras en la red. Hay, en cambio, audio de su trabajo en Bongo Session, con el bongosero Mike Pacheco (56 y 59): 

Magitos

Con Shorty Rogers graba (58): 

Wuayacanjanga (Suite)

A fines de la década se une a otros paisanos y colegas para mostrar la típica percusión.


Santamaría y sus amigos, todos parte de la historia del jazz latino.

Ya en la década de 1960, participa en trabajos con The Jazz Crusaders: 

Agua dulce

La investigación más completa sobre Carlos Vidal siguen siendo la de Rosa Marquetti.

*Las fuentes no se ponen de acuerdo en la llegada de Vidal a la orquesta de Machito: Roberts lo pone desde 1943; Juan Flores, un año después.