domingo, 8 de marzo de 2015

Una zafra que no va y una orquesta que sí: los Van Van

La música, aparte de su valor en sí misma, siempre es un documento de sus creadores y de su tiempo.
En la Cuba de la juventud de la Revolución, se registra una campaña estatal por lograr la mayor zafra de la historia: una producción de diez millones de toneladas. En boca del líder: "La zafra va, va".




Es el año de 1969, a finales. La campaña oficial cala en la población, tanto así que hubo una orquesta naciente que aportó su contingente a la causa. Los Van Van, de Juan Formell (1942-2014) estrenaron la canción Yo sé que van van. Tanto se identificaron que de allí derivaron su nombre.



La zafra, al fin, no fue; pero los Van Van se quedaron en el gusto de las dos últimas generaciones. Sea este un reconocimiento sencillo a Formell, quien supo poner su nombre en la historia de la música cubana y del Caribe:

Yo sé que Van Van 

Sin embargo, no hay acuerdo sobre la relación entre la coyuntura política y el nombre del grupo. Formell lo niega. 


martes, 10 de febrero de 2015

Tomas Einarsson, el Caribe islandés

El personaje de hoy, a pesar de ser isleño, no tiene nada que ver con el Caribe. Sus estudios, algo: Historia y Español. Su vocación, más: la música. El contrabajista Tomas Einarsson viene de Islandia, ya dobló el cabo de los sesenta años y superó la docena de grabaciones.


Paisaje islandés. Sin ser de familia campesina, Einarsson se crio en un lugar apartado de su país.
La imagen da una idea dela famosa melancolía islandesa. Foto: Wikipedia.
La música.

En el año de su grado universitario, compró un contrabajo y principió las lecciones. A la vuelta de un lustro, había tocado con músicos importantes de jazz y contaba con composiciones grabadas. Nos referimos al principio de la década del 1980 y a toda la siguiente, pues el nuevo milenio significa el inicio de la producción de jazz latino, con el trabajo Kúbanska (2002).

https://www.youtube.com/watch?v=liLaDdG8rAE


Cuba.

El segundo trabajo, Havana (2003), le requirió viajar a la Isla. Allí tocó por primera vez con músicos cubanos, en el estudio de Radio Progreso, según cuenta Einarsson. Pero la relación con Cuba era anterior: le había impresionado positivamente el trabajo de Cachao en el proyecto de Andy García. También oía a Tito Puente, a quien rinde tributo en la pieza Titómas (2005):

https://www.youtube.com/watch?v=2CquqdaOutU

El bolero.

En sus palabras, la melancolía islandesa combina bien con el sonido del tres y la percusión cubana. Así se oye en la pieza Bolero (2003). Pero el bolero aparece por otro lado en su discografía: el álbum Strengur (2011), en que el autor busca identificarse con sus ancestros. Luego de volver a la casa paterna a investigar su pasado, descubre que el vínculo con sus antepasados es el agua: la misma agua que oyeron es la que ahora oye. Así que recopila grabaciones, las mezcla con el contrabajo y resulta ese sonido nostálgico que es una especie de bolero nórdico.

https://www.youtube.com/watch?v=bgHJno-Yk8Q

La literatura.

También está la literatura. Conoce los clásicos cubanos, principalmente a Cabrera Infante, por la presencia de la música en su obra. Asimismo, ha traducido a su lengua los clásicos americanos: García Márquez, Cortázar, Allende, etc.
En entrevista a UN Radio, dijo que parte de una pieza literaria, para la cual compone una música que recree su atmósfera.

https://www.youtube.com/watch?v=-pVUB-3Vnig


lunes, 9 de febrero de 2015

Pinceladas de Luis Carbonell

Basta oír una declamación de Luis Carbonell para entender la magnitud de su arte. Séptimo entre los hermanos y segundo declamador de la familia, Luis no pudo complacer a su madre en verlo como profesional del Derecho o la Medicina. 


A pesar de lo que revelan los retratos, no se creía actor. Foto: Roberto Koltun.


Principió como pianista acompañante y recitador en emisoras, a la edad de quince años, en su natal Santiago. Allí se dio a conocer generalmente con la recitación, en 1943, de la poesía A la Caridad del Cobre, de Manuel Sabater.
En el 46 viaja a Nueva York, donde se relaciona con sus paisanos Ester Borja y Ernesto Lecuona. De dicha estancia se destaca su aparición en un programa de la NBC y su recital en el Carnegie Hall*.
Vuelto a Cuba, dirige el programa Bacardí en la CMQ (1949-56). Aparte de las figuras que por allí desfilaron, Carbonell introdujo una novedad en la declamación: acompañarse de percusión, aprovechando que tenía orquesta. Como siempre, hubo quejas por la mezcla; mas al final se impuso y se volvió corriente entre los declamadores.


En 1954, acompañado de percusión. Fuente: lanuevareplica.com

Sus declamaciones son variadas, como lo comprobará la muestra:

Esa negra Fuló (Jorge de Lima, 1928; recitación de João Villaret).

¡Espabílate, Mariana! (Rafael Sanabria).

Balada del guajiro cubano

La Habana de ayer

En el último cuarto hay son


*No hay registros de dicho programa, por lo cual debió de tener lugar no en el salón principal, sino en el adjunto.
** César Pagano ha publicado apartes de varias entrevistas en Javeriana Estéreo.






domingo, 4 de enero de 2015

Un bandoneón caribe: Joaquín Mauricio Mora, el Negro Mora

El Negro Mora (1905-79).

Desde que supimos que Caribe soy lo consagró un cantante que no era precisamente tropical de nacimiento, no nos extraña cada nuevo caso de australes que resuenan en el Caribe.
Joaquín Mauricio Mora (22-9-1907), el Negro Mora, fue un porteño que principió su vida musical como pianista, pero que se hizo bandoneonista por casualidad: José Fiotti dejó olvidado el instrumento tras un ensayo y el Negro se puso a ver si sacaba un tango de moda.
Como bandoneonista debutó en la orquesta de Antonio Bonavena, en 1928. Por la misma época se hace compositor, junto con el ya conocido Fiotti. La década siguiente es de giras y de un nuevo viraje, otra vez casual: en unos carnavales de 1935 le roban el bandoneón, por lo cual decide volver a su instrumento primero.
En fin, conforma un conjunto típico y, en 1943, sale para una gira que duró lo de un exilio. Aquí es donde el Negro enlaza su ya brillante carrera con otra no menos destacada: acompañar a Daniel Santos en su consagración del bolero Dos gardenias. Hecho notable, que la Matancera incluyera un bandoneón en un arreglo; extravagancia que, según los entendidos, fue idea de Pérez Prado. 


Volviendo a Mora, se quedó en la tierra caliente. Parece que estuvo en Medellín hasta el 59; que de allí pasó a Panamá, donde a los 35 años de gira la nostalgia lo obligó a volver; pero en Buenos Aires ya no quedaba nada de lo que era "su casa", así que en menos de un año retornó al Istmo, a morir un dos de agosto de 1979.

Mora en Colombia.


El Tiempo, 22-6-1943.



Díaz Ayala afirma que el artista pasó por Colombia, en 1943. La información se pudo confirmar por El Tiempo, que informa de su llegada a Bogotá, el lunes veintiuno de junio de dicho año. Se le presenta como pianista y gran compositor de tangos, que viene a actuar en los radioteatros, acompañado de la cantante Lidya Paz. El catálogo de sus éxitos, entonces, era: Margarita Gautier, Más allá, Como aquella princesa, Al verla pasar, En las sombras y Yo soy aquel muchacho. Destaca el diario y en verdad llama hoy la atención que el maestro Mora, al lado de sus resonantes triunfos en las capitales europeas, mencione su gira por el África, "logrando el más rotundo triunfo artístico".
Nada sabemos de esa gran promesa cartagüeña que tanto alababa el maestro Mora, Argemiro Tello.

Alfonso Rosales Navarro informó a El Tiempo que Mora y su conjunto habían estado en Antena de Barranquilla, el diecisiete de julio de 1949.
En noviembre de 1950, el dúo español Los Barbis estaba haciendo las delicias del público cartagenero en Emisoras Fuentes. Informa El Tiempo que los españoles eran secundados unas veces por Mora y su conjunto, otras por la propia orquesta de la emisora [William Meyer, 20-11-1950]. En la sección publicitaria, informaba que hasta la fecha había ofrecido al público 298 producciones, a las que venían a sumarse ocho nuevas; entre ellas dos del Negro Mora: Falsaria (Orlando Meza) y Malvada (J. Mora).


Nota del periódico costarricense La Nación. Interesa la "recopilación de
motivos populares" en el África y su posterior divulgación.


Por las notas de espectáculos del mismo diario, nos enteramos de la existencia de Dalia Negra, artista hondureña e hija del Negro Mora, de quien afirman de paso que vivió ocho años en Colombia [El Tiempo, 3-7-1976].

A Mora se le vincula con la fundación de Los Trovadores de Barú. Muestra de ello es su composición Abandono, en la voz de Tito Cortés. Vivió en Medellín; se casó y dirigió la orquesta Sonolux, respaldando a Alberto Podestá en Con ella en el mar (Sanguinetti-Francini)*.


Ñapa: música de Mora y letra de Contursi, Esclavo.
El ocho de marzo de 1973, hubo noche de tango en el CPB con presencia del maestro Mora, autor de los tangos Yo soy aquel muchacho, Margarita Gautier y Como aquella princesa.
Composición de José Barros, interpretado por Mora: ¡Cantinero, sirva tanda!

viernes, 2 de enero de 2015

Nica's dream: versiones latinas

Silver con The Jazz Messengers, nov. 23, 1955. Photo Francis Wolff

De la pieza de Horace Silver (1928-2014) hay varias versiones por los principales artistas del jazz. Pero como nuestro ámbito es lo tropical, nos limitamos a las correspondientes a la vertiente latina del jazz.
Escarbando en la biografía del compositor, hallamos que su padre era caboverdiano, João Tavares Silva, quien luego del nacimiento de su hijo pasó a llamarse John y a apellidarse Silver.
Volviendo al tema, fue grabado en 1956 por el conjunto de Art Blakey, donde Silver era el pianista. Entre los latinos, el primero viene siendo Sabú Martínez, en su Jazz Espagnole (1960).




A continuación, y con un ligero viraje, vendría Sérgio Mendes con su Dance Moderno (1961).

Más adelante vendría la Sonora Ponceña y su Unchained Force (1981).

No hay que dar razones para incluir a Tjader en una lista, pero aquí además se acompaña de Armando Peraza (1968 = 1990): Nica's Dream.

Citamos también al percusionista Patato, quien lo puso en su Master Piece (1993).

Una más, de Rudy Calzado con la que fuera orquesta de Bauzá (1999).

Y cerrando con broche de oro, una versión de Eddie Palmieri, en su Listen Here de 2005.

Nica y el jazz.

Nica era el apodo de Pannonica Rothschild, hija de magnates pero que ha pasado a la Historia como mecenas del jazz. Fue cercana a los artistas, tanto que en su habitación de NY murió Charlie Parker. 
Su memoria se recuerda en la canción que comentamos y en Pannonica, de Th. Monk.



Nica.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

El viento. Dorival Caymmi en Méjico

Caymmi en Lisboa en 1957.

Dorival Caymmi (1914-2008, bahiano), hijo de un funcionario que tocaba varios instrumentos y de una señora que cantaba muy bien, abandonó los estudios para servir en oficios varios en el diario O Imparcial. Hacia los veinte años, principió a componer y se decidió a tomar clases de guitarra con su padre y su tío.
Luego descubrió que tenía voz para cantar, presentándose en Rádio Clube da Bahia. Gana asimismo el primer concurso con el samba A Bahia também dá. Un par de años después se marcha a Río, a trabajar como diseñador en una agencia. Mas no tarda en retomar su faena artística, ahora en Rádio Tupi. 
En 1939 registra su primer éxito nacional: O que é que a baina tem?, vocalizado por Carmen Miranda.

https://www.youtube.com/watch?v=ojo3I59Gn6c


Para Carmen fue el fin de su carrera local y el inicio de su trabajo en Norteamérica. Dorival siguió ofreciendo al público clásicos.
Mas lo que aquí nos interesa es un sencillo de 1949, donde vienen O vento y Festa da rua.

https://www.youtube.com/watch?v=TFWgYLt1chw

Oída la versión del propio compositor, llamamos la atención a la que viene en la película Llévame en tus brazos (1953), vocalizada por la gran Ninón Sevilla y el Trío Irakitan (de que hablaremos en otra entrada).

https://www.youtube.com/watch?v=iqB16Gecog4

Dando un buen salto en el tiempo, presentamos la versión pop de Gal Costa:

https://www.youtube.com/watch?v=BswX8QiuZoQ

XXXXX

domingo, 14 de diciembre de 2014

De repente, un clásico de Aldemaro Romero

Como ha dicho César Pagano, las relaciones entre la salsa y el bolero principian desde el origen de aquella. Lo cual no tiene nada de raro, como que todos los vocalistas del Caribe debían lucirse tanto en lo romántico como en lo bailable.


Aldemaro Romero (1928-2007).

No son necesarios ejemplos de lo asentado, pero no sobran ciertos paralelos. Hoy nos ocupamos en la bella composición de Aldemaro Romero: De repente.
Sin intentar explicar la trayectoria del compositor, la obra que presentamos corresponde a su periodo de Onda Nueva, que puede resumirse en música tradicional venezolana mezclada con el jazz.


En lo que coinciden las historias sobre el origen de la Onda Nueva
es su primera canción: Aragüita, en este elepé de 1971.

Según las discografías consultadas, De repente aparece en el trabajo Toma lo que te ofrecí (CBS 1974), con la vocalización de Elaiza Romero y César Berti.




No hemos podido oír dicha versión, sin embargo corremos el riesgo de afirmar que la mejor interpretación es la de María Teresa Chacín, del mismo año (Mi querencia 1974).
Cambiando ahora de tercio, el tema lo grabó en salsa nadie menos que Ray Barreto. La vocalización estuvo a la altura: Adalberto y Celia. Para decirlo en palabras de Fania: Tremendo Trío! (1983). No es, sin embargo, la primera versión bailable: en 1976, Wilfrido Vargas lo grabó con Sus Beduinos, arreglado por Jorge Taveras.


*En Javeriana Estéreo le hicieron un homenaje al compositor en dos programas, que puede oírse en la sección podcast - bolero.