Con Moraes y Jobim en TV Paulista, 1960. Foto: Folhapress. |
Podemos decir que desde su primer éxito, Meu benzinho, valse ganador del Disco de Oro en 1956, ha pulsado la cuerda romántica. Su carrera iba en ascenso, que lo llevaría a cantar la banda sonora de Orfeu do carnaval, en 1959. En la misma cuerda, vocaliza Balada triste (Vogeler-Silva), Cantiga de quem está só (Gouveia-Amorim). Luego es muy natural que, en 1962, sacara su elepé de boleros: Agostinho dos Santos canta boleros famosos.
Noite de ronda (Noche de ronda), de María Teresa Lara, versión de José Fortuna,
Vida minha (Vida mía), de J. Morcillo y F. García Morcillo, versión de Julio Nagib,
Angustia, de O. Brito, versión de A. Bourget,
Dedicação (Sinceridad), de G. Pérez, versión de Ghiaroni,
Frenesí, de A. Domínguez, versión de Lina Pesce,
Oración caribe, de Agustín Lara,
Aqueles olhos verdes (Aquellos ojos verdes), de N. Menéndez, versión de João de Barro, Quiéreme mucho, de Gonzalo Roig, versión de Mário Mendes,
Acerca-te mais (Acércate más), de O. Farrés, versión de Marcos Augusto, Pecado, de Francini-Pontier-Bahr, versión de Carlos Américo,
Vereda tropical, de Gonzalo Curiel, versión de Paulo Gilvan,
Perfidia, de A. Domínguez.
Hace un paréntesis para aquella histórica velada de bossa nova en el Carnegie Hall.
Repitió la dosis, el año siguiente. Allí vienen, con arreglos de Élcio Alvarez:
Solamente una vez, de A. Lara; Amor, de Ruiz-Méndez; Angelitos negros, de Blanco-Álvarez; Amor de mis amores, del mismo Lara; Noche de luna, de Curiel; Calla, tristeza, del mismo; Mar, de Ruiz-López; Recuerdos de ti, de R. Carbajo; Lindísima, de J. Quirós; Campanitas de cristal, de R. Hernández; Presentimiento, de E. Pacheco, y Sueños de París, del mismo Quirós.
Posteriormente versionó Bésame mucho, de C. Velázquez. También lleva el rótulo de bolero la pieza Esquecimento, de César-Brito.
Con Oscar Castro Neves y Henry Wilcox en el Carnegie Hall. |
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