Antes que llegara la música costeña
al interior, como es natural, llegó la colonia costeña. Pascual del Vecchio (¿?-1996), en
asocio de otros, fundó un Club Costeño y animaba La Hora Costeña[1],
desde 1942, en asocio de Enrique Ariza, por La Voz de la Victor, emisora orientada
al gusto popular y fundada por Manuel J. Gaitán[2]. La
programación mezclaba música grabada y orquestas en vivo[3]. Existe una versión grabada de la orquesta
acompañando a José Barros en Las pilanderas. Pero la mejor prueba del auge de la música caribe entre
los cachacos es la tapa que la Revista Semana le dedicó a Lucho Bermúdez,
en 1949[4].
Desde 1948, el
espacio pasó a Mil Veinte[5]:
Julio Sánchez V. recuerda hacer el programa con Ariza y que al radioteatro
acudía toda la colonia, los domingos[6].
Carlos Melo solía asistir al Festival, cubriendo para la Radio Nacional. |
El Rincón
costeño de Miguel Granados. Falta aclarar hasta
cuándo se transmitió La Hora Costeña. En todo caso, Miguel Granados Arjona (1929-2016)
volvió a Bogotá en 1961, invitado por Radio Continental, a hacer un programa a
su medida. El espacio duró ocho años, con buena acogida. Pero Granados se dejó
contagiar de la fiebre de la salsa, a la que dedicó un programa nuevo, desde
1969, El show de Miguel Granados Arjona[7].
Vallenato en
la radio.
Según el propio Granados, le llegó de Santa Marta una competencia brava, en 1966. El Concierto
vallenato, de Carlos Melo Salazar y Álvaro González Pimienta, apareció el mismo
año del primer Festival, 1968, en Radio Juventud[8]. El nombre le vino de un elepé homónimo de Colacho Mendoza y su conjunto.
La gota fría fue cortina del programa (en la década de 1990), pero no esta versión, sino la de El Doble Poder. |
El programa se
mantuvo por diez años, luego que el director, Humberto Martínez Salcedo, le
diera vía libre[9]. Luego vinieron las
Estampas vallenatas, en la Radiodifusora Nacional, por diecisiete años. En La
UN Radio, retomó con el nombre de Por
los caminos de Macondo, en asocio del paisano Grosso Peralta, reproducido
en Valledupar por Maravilla Estéreo. Cuando la HJCK se volvió virtual, allí le
abrieron un espacio a sus Caminos
de Macondo.
Carlos Melo
pertenece así a la historia de la cultura vallenata en Bogotá y de la radio en Colombia.
Se divorció de la noche y el alcohol, pero podríamos saludarlo con aquello de “¡compadre
Carlos, cuándo volveremos a meternos otra cogida!”, que los conocedores del
vallenato sabrán identificar.
Ñapa: Carlos Melo recitando poesía.
Ñapa: Carlos Melo recitando poesía.
*Decimos samario, aunque él repetía al aire que había nacido en la finca La Paulina, Zona Bananera, en los tiempos de la United Fruit Company. A propósito, siempre notaba que en la Zona había una finca llamada Macondo...
[2] Al
parecer, en 1933, pues cada fuente pone un año distinto. La
radio en Iberoamérica: evolución, diagnóstico, prospectiva.
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