Cuenta el disco que Herbie Mann lo presentó en Nueva York como "the papa of bossa nova". |
El alcance de la nueva ola brasileña puede medirse por la presentación de sus músicos en el Carnegie Hall, en 1962. Pero la fiebre de la bossa en Estados Unidos también se debió al éxito fulminante del elepé Jazz Samba, del binomio Getz-Byrd, aparecido a principios de dicho año. En el último gran triunfo disquero de la movida no podían menos de aparecer los representantes de las dos tradiciones que reúne: la brasileña y la estadounidense, en el elepé Getz/Gilberto, de 1964.
Afirma Ruy Castro que, no obstante su gloria, en el Brasil se daban el lujo de criticarlo. Así que vivió la última parte de su vida aislado, tocando para las paredes de su apartamento, entregado a la misión de pulir sus diamantes.
La obra de Gilberto.
Como se ha visto, es un destacado intérprete. De su discografía, sacamos también algunas composiciones: Ho ba la la, Bim bom, Um abraço no Bonfá, João Marcello, Acapulco, Undiú, Isabel. Mas también versionó repertorio en español: Farolito, de Agustín Lara; Bésame mucho, de Consuelo Velázquez; Eclipse, de Margarita Lecuona.
Parte del éxito de Getz/Gilberto corresponde a Jobim, en la foto. |
Las temáticas de la bossa dan para todo: Samba de uma nota só (Jobim-Mendonça), Desafinado (Jobim-Mendonça), Maria Ninguém (Carlos Lyra), O pato (Silva-Texeira), O sapo (João Donato).
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