lunes, 23 de noviembre de 2015

Calixto Ochoa, africano

Compositor de más de 1200 canciones, grabadas aquí y en el exterior unas cuantas; músico de orquesta y dueño de su propio grupo; coronado tercer Rey Vallenato; pero, principalmente, parte de la memoria colectiva, capítulo música popular: es una síntesis de lo que fue Calixto Ochoa.




Profeta en su tierra.

La carrera de Calixto Ochoa principia con la grabación de su Lirio rojo, en 1957. Otro paso largo dará en la década del 60 cuando, como artista del sello Fuentes, entra en la nómina de Los Corraleros de Majagual, especie de Sonora nacional.


Elenco de lujo, como se lee en este disco.
De esa época, queremos destacar un número costumbrista-picaresco, donde destaca la inocencia del hombre campesino:

El calabacito

En 1970, se le depara la consagración de la carrera, triunfando en el Festival Vallenato sobre su ídolo, Luis Enrique Martínez, a quien imitaba, en sus comienzos como acordeonero.

Profeta en el exterior.

Parece que la primera canción que le grabaron por fuera fue una que Roberto Roena versionó como Cui Cui, en 1973, vocalizado por Sammy González:

Apollo Sound

Ahora la de Alfredo:

Manantial del alma

Mejor fortuna, si cabe, tuvo su rumbón El africano. Las versiones aparecen desde el 83, con Wilfrido:

Wilfrido

Otra versión dominicana:

Las Chicas

Resurrecciones.




Ocurre, a veces, desempolvar una grabación vieja que, de repente, se vuelve éxito. Tal ocurrió con Pirulino. Salido en 1965 con Los Corraleros, conoció un éxito regional. Luego, los Golden Boys lo grabaron en Medellín, versión que al fin alcanzó todo el país. Ahí no paró todo: mucho después, un consagrado actor la volvió a poner en circulación, como una especie de coreografía:

Pedro el Escamoso

Más movido es su tema Miriam, donde usa la palabra "salsa":

Miriam

XXXXXxx

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