Cantante por accidente.
Ha reconocido el propio Ismael que, en sus tiempos escolares, la verdadera afición era la pelota. Que la música era cosa de su padre, que surtía la rocola familiar con los intérpretes del Caribe.
Sin embargo, fue deslizándose a los bailes sin darse cuenta, pero haciendo de percusionista. Un día, espontáneamente, soltó el bongó y se animó a vocalizar un bolero. Por unanimidad, quedó promovido a cantante del grupo.
En esas le llegó una cita para hacer una audición con Orlando Marín; donde no habría pasado nada si no hubiese estado Eddie Palmieri... El entonces pianista de Tito Rodríguez sí fichó al aspirante a cantante, para cuando formara su propia orquesta.
Efectivamente, Palmieri formó La Perfecta, con Quintana al frente. La colaboración fue muy productiva: Eddie ponía las melodías y Quintana se inspiraba a partir de ellas.
La perfecta produjo mucha salsa, pero aquí nos concentraremos en los números sentimentales.
Otro percusionista que ha parado en cantante. |
El repertorio romántico.
Del segundo álbum de La Perfecta, inspiración del propio Quintana:
Luego vocaliza un tema de Consuelo Velásquez:
De Quintana y Palmieri:
Tremenda nómina. |
Un tema de don Rafael Hernández:
El clásico de Pepé Delgado:
Así termina una década larga con Palmieri. Veamos un poco de lo que siguió. En solitario, grabó a Chico Novarro:
Javier Vásquez y Ch. Palmieri en los arreglos. |
Del propio Quintana:
Como homenaje al sonero, les compartimos una versión de su famosa Muñeca:
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