viernes, 1 de mayo de 2015

Noro Morales y un disco que no fue

A gay ranchero, 1941.


Noro Morales tal vez no tiene el reconocimiento que merece, acaso por haberle tocado una época de muy grandes figuras. En 1942 grabó Serenata rítmica, pieza con que se identificaban los puertorriqueños en Nueva York, y que lo puso a disputarse la plaza con Machito.

Noro en Colombia.

César Pagano presentó, en su programa radial, una entrevista a Hernán Restrepo Duque, en donde cuenta una anécdota del paso de Noro por Colombia (1952). Sabedor de que su música aquí no era muy conocida, se ofreció a grabar un elepé en cualquier disquera. Un primer obstáculo fue que sus propios músicos se negaron a trabajar gratis para el disco. Otro fue que Noro quería que lo vocalizara Alberto Granados, quien al parecer no gozaba de gran prestigio en esos días. Para lo primero, la solución del pianista parecía fácil: él grababa gratis, pero la disquera tenía que pagar los ritmos. Antonio Botero, de Sonolux, se negó...
Alberto Granados, cuyo talento fue visto por Noro, luego grabó con buen éxito.


Para oír el programa de Pagano, El sóngoro cosongo.

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