miércoles, 21 de febrero de 2024

La múcura, 75 años

La tapa de la revista Semana de primero de enero de 1949 es un hecho musical, incluso profético: la música costeña se toma el interior, Lucho Bermúdez es profeta en La Nevera y un porro se convertirá en éxito mundial.

La múcura gozó, desde un principio, de los más destacados intérpretes antillanos. La canción nació, al parecer, con la autoría inexacta: "Porro - Toño Fuentes".

El verdadero autor era un modesto hijo de Palomino, Bolívar: Crescencio Salcedo. Hasta donde sabemos, el primer registro es de once de octubre de 1949: "LA MUCURA © m Antonio Fuentes EU 181548". Esto indica que Fuentes registró la música (m), pero no la letra (w: el registro completo era w & m); figura, además, en el catálogo unpublished de dicho año. En el catálogo published de 1950, ya la atribución de letra y música recae en Antonio Fuentes. Figuran asimismo los traductores de la letra al inglés: Frank H. Stanton y N. MacNeil, el 22 de marzo de 1950.


Avelino Muñoz fue un pianista panameño. La grabación iba por
cien mil copias en tres meses. [The Billboard, 3-12-1949].

Tampoco resulta muy clara la fecha del estreno. Hay quienes se lo atribuyen al Trío Nacional, respaldado por los Trovadores de Barú. No figura el año en los discos, pero debió de ser 1949. El citado registro de 1950, en cambio, nos indica el 30 de diciembre de 1949, en La Habana, para Peer y Compañía, arreglo de Juan E. Lazaga. 

Otra fuente muy importante para conocer la historia de la canción es la Discografía de Díaz Ayala. Allí encontramos registros de Nelo Sosa y Julio Gutiérrez (10-7-49), Benny Moré y Pérez Prado, Marcelino Guerra, Bobby Capó y Avelino Muñoz, Los Panchos, Antar Daly y Juan S. Garrido (1949), Trío Cantarrecio, Mario Hernández y sus Diablos del Caribe, Trío Urquiza (1950).


Perdida, 1950. El cartel musical era de lujo.


Una curiosa versión, bilingüe español-portugués, la ejecutada por Ninón Sevilla y Os Anjos do Inferno, que le hacían el coro sobre un arreglo de Pérez Prado. Esta aparición en el cine mejicano marca claramente la popularidad de la obra de don Crescencio. Esta primera época de La múcura cierra con la versión de Matilde Díaz y Lucho Bermúdez. También, a título de curiosidad, debe citarse un instrumental, en ritmo de merengue, por Xavier Cugat. Igualmente instrumental, pero de mayor interés local, resulta la versión de Pedro Laza y sus Pelayeros (1960). 

Jorge Sepúlveda, con las hermanas Russel, dieron un paso más rebautizando La cántara. Con el mismo título, la llevó a la rumba flamenca su compatriota Argentina Coral. Un trío español, a pesar de llamarse Siboney, no tuvo problema en decir La múcura; tampoco Teresita de Alba.

El éxito también se mide cuando una obra pasa las fronteras latinas: en 1950, tenemos versiones de Art Mooney, con el título traducido a Litte Jug, Cab Calloway y una francesa de Doris Marnier. Una versión jazzera, con arreglo de Shorty Rogers, grabaron Shelly Manne and His Men, en 1953 (en las notas del dico pone: "an old Latin-American folk song"), mismo año en que Eddie Warner intentó cantarla en español. Caterina Valente y Silvio Francesco hicieron lo propio, en 1958.

Por la República Dominicana, se reporta el Conjunto Quisqueya con su versión merenguera. Félix del Rosario, con su cuerda de saxos, le da un sonido muy particular. El sonido tradicional puertorriqueño se escucha en la versión de Luis Quintero y Alma Cibaeña.

El resto es salsa: Ray Barretto retoma el clásico en 1962, en el mismo elepé donde viene El Watusi. Celia Cruz la graba en 1964, con René Hernández, en el trabajo Canciones que yo quería haber grabado primero. Junior González, respaldado por Tito Puente, la grabó en 1979. Porfi Jiménez, por esa época, hizo una muy bailable. En el formato tradicional cubano, la hicieron Los Habaneros y Alfredo de la FeOmara y Johnny Ventura, respaldados por la orquesta Faílde, tienen un registro fresco, de 2019.

Como si cerrara un círculo, en su Homenaje a Los Panchos, Manoella Torres pone La múcura en este milenio.

Más versiones:

Cuarteto Imperial

Steve Jordan

Sonia López

Los Quechuas

Los Tres Hernández 

Mariachi de Román Palomar



Arthur Mooney (1911-93), cantante y director de orquesta tuvo varias
canciones en el top 10 y una de ventas millonarias: Honey-Babe (1955).

"Guaracha norteamericana" en París

En mayo de 1951 y viajando por Europa, cuenta don Guillermo Cano una función de cabaré parisino. Parte del show estaba a cargo de las pin-up girls. Una de ellas, de repente, anuncia lo que viene: "una guaracha, ¡música popular norteamericana!" Los latinos del auditorio se sorprendieron con semejante planta exótica. El número musical sonaba afrancesado, "que hace de un bolero un blue y de una rumba caliente un fox-trot". Sin saber cómo, Cano y amigos empezaron a tararear La múcura, luego interpretado por una gringa, en francés y en inglés, "agregándole una que otra 'Conchita', 'señorita', 'caballero', las tres únicas palabras españolas que parecen conocer en Hollywood y en París" [Tinta indeleble. Guillermo Cano, vida y obra. Sabogal, J., ed. Bogotá: Aguilar].

En The Billboard


Peer, afiliada a BMI, demandó sus regalías por La múcura
a un hotel del norte del Estado de Nueva York. The Billboard, 21-10-1950.


Coda. A propósito de autorías, en 1949, Crescencio Salcedo también impugnaba la autoría de Se va el caimán. Nótese que en Semana lo llaman "un indio guajiro".

Investigando en The Billboard, la revista que vieron Cano y amigos en 1951 fue Exciting Paris, cuyo número bailable estaba a cargo de las Pin-Up Mansfield Girls, pero la revista no menciona la tal cantante Mary, que recuerda don Guillermo. 

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