La inmigración china a Cuba data de la segunda mitad del
siglo XIX, en que los orientales llegaron a trabajar en condiciones de
semiesclavitud.
Paulatinamente, el chino se integró a la galería de
personajes populares del teatro bufo, al lado del negrito, la mulata y el
gallego. En su caso, se le representaba como persona laboriosa y un tanto
inocente, como se ve en el dicho ‘te engañaron como a un chino’. Ya en el siglo
XX, se enriquecería la idea popular del chino con el nacimiento de Chan Li Po,
personaje radial que inauguró el género detectivesco en la Isla. Su estrenó
tuvo lugar en la emisora santiaguera CMKD, en 1934, bajo la autoría de Félix B.
Caignet. Para crear su personaje, Caignet tenía en mente a Charlie Chan, un
personaje chino que se había hecho famoso en el cine estadounidense. Este Chan
fue interpretado por el actor sueco Warner Oland, en la película Charlie Chan Carries On, de 1931. Con
respecto a la caracterización, el Chan estadounidense era obeso y solía repetir
aforismos, en compañía de su hijo; en cambio, el Chan cubano era alto y
desgarbado; amigo también de repetir frases, se le recuerda por recomendar
‘paciencia, mucha paciencia’ (se puede oír al final de la canción del Trío
Matamoros).
Para 1937, año de estreno de La serpiente roja (nombre
tomado de un episodio de Chan Li Po), la serie había pasado de la emisora
santiaguera CMKD a la emisora nacional CMCK, donde se transmitía a las 8 p. m. La
campaña promocional de la emisora da una idea de las características del
personaje:
¡La
inteligencia contra el crimen!
¡La
virtud contra el vicio!
¡La
serenidad contra el peligro!
Para el papel principal se escogió al actor Aníbal de Mar,
el mismo que hacía la voz para la radio; para el personaje de Lucy se escogió a
la actriz canaria Pituka de Foronda. La película se estrenó el 19 de julio. La
grabación del son Chan Li Po es del 23 de marzo. En las reseñas de la prensa
local se puede notar la idea que se tenía de Chan Li Po y de los chinos en
Cuba:
(…) su severa elegancia de lord y su figura larga,
enjuta, cobriza, de ademanes reposados y los ojos oblicuos, de mirar
penetrante, que bucean -oprimentes como un íncubo- en los más ocultos meandros
del alma de aquellos a quienes interroga con su calma oriental.
Muestra cierta reserva asiática no solo en sus palabras, sino
también en sus ademanes. Ha sabido revestirse del clásico misterio amarillo que
encaja bien dentro del cuadro en que forzosamente se mueve. A este respecto,
diremos que la apariencia, la encarnadura de Chan Li Po, no defraudan la
expectación del público. Sí, es el detective que jamás yerra y ahonda en todos
los arcanos con una sagacidad china, de acuerdo con la tradición de la raza.
(…) el trazo magistral de Charlie Chang, el detective chino
impersonado por Werner Oland, sin obviar las diferencias: mientras Charlie es
redondo, abacial, urbano y sonriente, nuestro Chan es enteco, grave, monótono y
meditabundo. Lo que hay de común en ambos es la flema, solo que en aquél está
matizada de humorismo, en tanto que en este se nos presenta con toda su
sequedad.
Chan Li Po en la música.
Díaz Ayala nos informa que, el 23 de marzo del 37 en NY, el
Trío Matamoros registró el son Chan Li Poo, firmado por Miguel Valdez.
Subsiste
con el nombre de Chan Li Po un restaurante en el barrio chino de La Habana.
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ResponderEliminarMe encantaba esta serie. Me acueredo de una que Chan Li Po se hacia Pasar por un vendedor de fritas llamado Fu Chon. Su pregonar era: Flitas de Fu Chon... Buena ligetion... me encantaba!
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