sábado, 10 de agosto de 2024

Orozco y Maya en el Faenza: relaciones musicales colombocubanas

Por primera vez en escena en Bogotá, anunciaba El Tiempo, se presentarían en el Faenza, que llama 'coliseo', dos orquestas de música popular: la de Orozco y la de Maya, por Colombia y Cuba, respectivamente. Las dos agrupaciones se unirían para interpretar el pasillo El libérrimo, de A. Patiño, en homenaje del presidente López Pumarejo. Además, el cartel prometía las hermanas Cruz y la pareja de baile Lilian D'Argas.


El Tiempo, 10-9-1934.


El misterioso F. Maya y el talentoso Efraín Orozco.

Lo más completo que tenemos del misterioso músico cubano es lo que trae Fabio Betancur Álvarez. En su interesante capítulo "Colombia en el meridiano habanero", donde se reseñan las visitas de músicos cubanos a Colombia. Indica que, antes de la gira de los Matamoros en 1934, vinieron a Cartagena y Barranquilla las orquestas "Los Piratas de F. Maya, Germán Pinelli, Célido Curbelo, José Isla y el grupo femenino Orquesta Ensueño, dirigido por la cantante y violinista Guillermina Ayo"*. Los Piratas, procedentes del Casino y Hotel Nacional, gozaron de buena prensa en Barranquilla, no así los Matamoros.

El Tiempo (3-1-35) reseña la salida de Efraín Orozco con su “jazz-orquesta” para Cali. Los “críticos avezados” lo tenían por “el único e inigualable en su género que hasta la fecha nos haya visitado”, entre ellos J. M. Álvarez D’Orsonville. No se crea que es hipérbole el concepto, pues la orquesta Orozco habría de aparecer en el cine, en la película Radio Bar, escrita y dirigida por el argentino Manuel Romero. Los músicos colombianos estaban en una exitosa gira por el Cono Sur.


El Tiempo, 3-1-1935.


El Caimán del Plata. Cuenta Javier Franco Altamar que Efraín Orozco grabó, en 1946, El caimán, de Peñaranda; mismo año en que Kiko Mendive hacía lo propio, en la película Pasiones tormentosas. La versión de Orozco estaba enriquecida con pícaras estrofas, de suerte que hizo las delicias del público austral. Cuando el portero barranquillero Efraín Sánchez llegó a jugar para San Lorenzo de Almagro, "ocurrió lo que tenía que ocurrir: lo apodaron El Caimán". A Sánchez nunca le pesó el remoquete ni tener que explicar su origen, cientos de veces.


*Betancur, F. (1999). Sin clave y bongó no hay son. Música afrocubana y confluencias musicales de Colombia y Cuba. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia. Rafael Bassi identifica dicha orquesta como Los Piratas del Hotel Nacional de La Habana. Sin embargo, es difícil saber quién fue F. Maya y relacionarlo con la agrupación.

**La positiva valoración del joven Efraín Orozco contrasta con la brevedad del obituario que le dedicó El Tiempo, 29-8-1975: apenas dos parrafitos en una columna. Algo había pasado, pues su regreso, en 1954, sí mereció una nota digna del personaje.