jueves, 9 de julio de 2015

Dalmar y Cuba



¿Qué puede tener que ver un cachaco autor de bambucos, como Álvaro Dalmar, con esta vereda tropical? 
Pues mucho, en realidad. Dalmar pasó a Nueva York, hacia 1939, donde estudiaría en la escuela Juilliard. Decir NY es decir la capital nórdica del Caribe; decir, además, Juilliard es ya situarse en un punto clave para la historia de la música latina. 



Desde 1905, formando músicos, bailarines y actores: la Juilliard, a secas.


Hay más: allí Dalmar participó en un trío con su paisano Alejandro Giraldo y con la cubana Nina Franco. Dio un recital de guitarra en el Town Hall, sitio donde se presentaran Billie Holiday, Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Sarah Vaughan y Lester Young. Allí tuvo dos conjuntos con su nombre: uno antes de prestar el servicio militar y otro después. En ambos había cubanos. 
Por 1951 compuso canciones que puso a sonar el barítono Carlos Julio Ramírez, como Bésame, morenita.

Mas lo que lo pone realmente en el Caribe es un trío de sus canciones que grabó la cubana Kary Infante, con la Sonora Matancera, en 1968.



En primer término, con el Quinteto Dalmar.


Principiemos con un vals joropo: Una copa. Luego, un bolero ranchero: Como tu sombra. Por fin, otro bolero: Convencido. Hay otras dos canciones de un americano que, a primera vista, no tiene nada que ver con lo tropical: Lalo Schifrin. Un bolero, Esa noche, y un bugalú: La zorra.

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